La Vida de Henry Brulard

"No he sido hombre galante, o por lo menos no lo suficiente; sólo me ocupaba de la mujer que amaba, y cuando no estaba enamorado, pensaba en el espectáculo de las cosas humanas, o leía con fruición a Montesquieu o a Walter Scott"En verdad me parece muy adecuado haber leído primero de Stendhal sus grandes novelas antes de leer sus demás escritos, que pueden ser interesantes y entretenidos para los que conocemos ya a Stendhal y nos interesa saber peculiaridades de su vida y sus memorias nos da una idea de cómo así pudo Stendhal formar algunos de sus personajes en "Rojo y Negro" por ejemplo, ya sea tomando algunos conocidos suyos a lo largo de su vida de modelos de algunos personajes o ya sea imprimiendo en su personaje central Julián Sorel algunos detalles de su propio carácter o experiencias, ese descubrimiento de esas cosas fueron las partes más interesantes para mí.Stendhal escribe aquí la biografía de sus primeros años, ahí es donde lamentablemente creo el libro puede aburrir pues no sólo Stendhal es repetitivo en muchas cosas: el amor a su madre, el odio a su padre y aversión a su tía Séraphie, la más odiada para él, tanto que hizo que agradezca al cielo su muerte. Tal vez la ausencia de una vida entretenida o llena de espectáculos hace su niñez aburrida, pues la verdad yo no saqué muchas cosas de ahí, más bien, siendo justos, debió haber sido un niño un poco perverso, malhumorado para muchos de los que lo conocieron incluso sus amigos. Y Stendhal es muy sincero aquí pues habla de sus defectos y muchas veces se autocalifica como "perverso". Tuvo realmente luego de su madre un hogar en el cual él no se sentía dichoso, al contrario, las maneras aristocráticas de las que su padre y su abuelo M. Gagnon se sentían tan orgulloso no gustaba del "jacobino" niño. Constantemente amaba lo que aborrecían su padre y su tía y odiaba lo que les parecía bueno. Él se queja que ellos no le dejaban socializar y de ahí nació su aversión. Comprendemos así a muchos personajes como digo de sus grandes novelas.Lamentablemente, la parte que más me gustó se da casi al final y termina abruptamente. La llegada a Italia con el ejército napoleónico y su fascinación por Italia. Es una pena que hay que agregar a todo lo que he dicho frecuentes lagunas en la cual Stendhal no recuerda bien lo que pasó (parece más producto de falta de poder revisar bien sus apuntes o perfeccionar pues creo que lo hubiera podido presentar de manera mucho más amena) o el desorden significativo de sus ideas en la cual pareciera más divagar que contar una memoria.Es en realidad un libro que no me ha gustado sobre todo en la primera parte aunque me han encantado algunos apuntes literarios, históricos o militares. Siendo justos un 3 creo es la mejor calificación.

Es una autobiografía lo suficientemente extensa como para abarcar los 50 y tantos años que Stendhal tenía en el momento de la escritura. El problema está en la selección (consciente o inconsciente) de los hechos que quiso contar e inmortalizar.

No voy a extenderme demasiado porque los únicos méritos que encontré en este libro son técnicos... y ni siquiera disfruté eso. Stendhal inserta dibujos y planos que parecen ayudarlo a rememorar y a convencernos de que lo que está diciendo fue real. En la narración hay una especie de fluir de la conciencia (no me estoy refiriendo al de Joyce, sólo estoy usando libremente los términos) que casi siempre vuelve a la época de la infancia. Y es que, justamente, para él todo empieza con la muerte de su madre.

Stendhal habla de todo: del odio hacia su padre, de su desdén por Francia, de sus amantes y amigos ( a veces suspende su propia vida para hablar de la de ellos con un tono de superioridad que me resultó insoportable), de su educación. No estoy mencionando todos, porque llega un momento en que uno se pregunta qué es interesante y qué no. Y duele saber que la respuesta es "casi nada".