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Cuando terminé este libro no pude evitar pensar que, a pesar de los años transcurridos que, sin importar la época, los seres humanos siempre seremos nómadas por naturaleza, siempre estamos buscando emigrar hacia mejores lugares o al menos nos dejamos llevar por el sueño de que al emigrar, dejar lo conocido, nuestra casa, nuestra vida en busca de otro lugar “mejor”, siempre lo hacemos basándonos en una quimera. Este es un libro tan triste como real, sin embargo, si bien es una historia que me ha llegado mucho, también es verdad que la manera en que Steinbeck la cuenta hace que no se haga tan dura. La narrativa de John Steinbeck es simplemente fabulosa, sin embargo, había momentos donde se me hacía pesado gracias a sus descripciones, si bien algunas de ellas eran incluso hasta poéticas, preciosas desde el punto de vista narrativo y estiloso, no dejaron de haceseme algo pesadas. Lo mejor del libro sin duda la narrativa, lo segundo mejor, sus personajes, que maravilla de personajes, de personalidades, de situaciones maravillosas e increíbles, que manera tan espectacular de mostrarnos la naturaleza humana a través de esta familia tan peculiar y su viaje a través de los Estados Unidos, creo que el personaje que más me ha gustado es el de la madre, sin duda, se ha llevado la escena. Un libro que tenía muy pendiente de leer y que no me arrepiento de haberlo leído en el momento adecuado, sin duda uno de esos que hay que leer, de los indispensables. Me he sacado una enorme espina clavada con este autor, creo que he pasado la prueba con buena calificación, he disfrutado mucho de esta lectura, sin embargo, sí que es un libro que hay que leerse despacio, tomándose el tiempo para digerirlo y saborearlo. |
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