Las uvas de la ira

Un libro duro, muy duro, sobre todo porque es una historia que muestra la realidad del entonces que aun hoy se sigue repitiendo.

El autor describe de forma magistral el horror, la pobreza, la desesperanza de una época, de una gente, marcada por la miseria, el hambre y la necesidad.

Está escrito de forma que alterna capítulos introductorios que describen de forma "genérica" la situación, la ambientación social de cada escena de la trama, con capítulos que cuentan la historia de la familia Joad una vez presentada su situación en el momento.

El libro está ambientado en el Dust Bowl, la gran sequía que arrasó el centro de Estados Unidos durante la época de la Depresión y que obligó a miles de granjeros a emigrar, casi con lo puesto, a una California bajo la falsa promesa de futuro brillante. Durante esta gran sequía, que fue de 1932 a 1939, miles de pequeños granjeros vieron morir sus cosechas, empezaron a acudir a préstamos que no pudieron devolver y tras perder sus casas, sus tierras, ante los inclementes bancos, se vieron obligados a viajar con sus bártulos y familias a California, donde por una miseria trabajaban como recolectores bajo condiciones terribles. Y eso si conseguían trabajo, en una tierra donde eran despreciados y vilipendiados por su situación.

Steinbeck describe magistralmente esta situación, contándola desde el punto de vista de unos refugiados de Oklahoma, okies (término despectivo usado para denominar a los refugiados en California), la familia Joad formada por el matrimonio, el hermano de él, sus dos hijos mayores, la hija embarazada con su marido y los dos hijos pequeños, junto con el reverendo Casy. Con ellos conocemos la dureza del camino a California, la especulación con su dolor, los campamentos de refugiados, los grandes terratenientes.

Este libro-denuncia fue premiado con el Pulitzer en 1940, fue transgresor y polémico por el tono de denuncia, crítica al capitalismo feroz y la religión, lo que lo llevó a ser censurado o prohibido en diversos estados del país americano, en Irlanda. Y fue llevado a la gran pantalla por el director John Ford y protagonizada por Henry Fonda.