e trata del primer volumen de la trilogía del muchacho, y de mi primer acercamiento a la obra de este escritor islandés. Un libro muy atmosférico y costumbrista que te traslada totalmente a la Islandia de finales del siglo XIX. Con una prosa muy poética, el autor nos cuenta la dura vida de los pescadores de la isla, continuamente enfrentándose al frio, las tempestades y la pobreza. La historia se centra en el muchacho y su amigo Bárɗur, dos jóvenes unidos por su amistad y por su amor a los libros. Ambos viven, junto con otros de sus compañeros y el patrón del barco, en un asentamiento pesquero aislado. Y su pasión por la literatura les permite soñar y evadirse se sus circunstancias. Aunque no es un libro para nada de acción, consigue engancharte y adentrarte en la vida de sus protagonistas, en sus tragedias, sus deseos y sus esfuerzos por salir adelante a pesar de la contrariedades. Y finalmente, te deja con una sensación de melancolía al terminar la historia. |