 |
Dos historias se entrelazan formando una sola. Por un lado tenemos a la familia Whittaker viviendo una vida muy feliz y perfecta hasta el día en que sucede tal fatalidad que cambia sus vidas por completo, dando un giro rotundo de 360° y dejándolos sumidos en el dolor y la desesperanza. Por otro lado, a varios kilómetros de distancia, está Maribeth, una joven con muchos sueños por cumplir y una familia un tanto particular. Y es que no es fácil vivir en un hogar en donde los ideales y valores son tan dispares a los propios y los sueños, por su parte, son un total disparate y pérdida de tiempo; más aún para una joven destinada, según su padre, a ser una ama de casa sumisa y con cero posibilidades de construir su futuro estudiando una carrera universitaria. Los Whittaker lejos de ser esa feliz familia que eran antes, pasan a ser desconocidos que comparten la misma casa. Ya nada es como antes, ese diciembre fue un antes y un después en su vida. Pero no todo está perdido… La llegada de Maribeth a esa pequeña ciudad del Medio Oeste lo cambia todo, les devolverá la alegría a sus vidas, la esperanza que les fue quitada meses atrás. Los mensajes y las enseñanzas de vida que nos deja esta historia son maravillosos, te dan ganas de marcar absolutamente todo. Si piensan darle una oportunidad a este libro, les recomiendo que lo hagan con algunos pañuelitos al alcance de la mano, después no digan que no les avisé. Algo sobre lo que podríamos debatir y porqué no criticar con respecto a esta obra, es la visión que tiene el padre de Maribeth sobre el rol de la mujer: ama de casa, sumisa, con el solo objetivo de traer hijos a este mundo y cuidarlos. Claro que esta perspectiva, para los años cincuenta, era moneda corriente. Hoy en día hablamos del rol de la mujer como ama de casa, sí, pero no sumisa, consideramos y optamos por seguir estudiando e incluso trabajar. Lectura ligera, muy recomendado. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
>
