La magia de Melisa

Este libro es una maravilla. En cuanto a sentimientos que produce es todo tutifruti: te hace reír, sonreír, emocionarte, llorar, suspirar… hasta rezar. Hay momentos en los que se te hace un nudo en la garganta y pasas las hojas con miedo y preocupación, y otros en los que solo esperas detener el tiempo para revivir aquellos momentos dulces y cariñosos una y otra vez. Con un estilo narrativo poético y frases reflexivas y filosóficas a lo largo de toda la novela, Narciso Martín nos sumerge de pleno en la vida de Leo, Maya y Melisa. Te hace partícipe de sus momentos cruciales, de sus momentos duros, de esos instantes fugaces de felicidad plena, de la nostalgia y la melancolía que bañan los recuerdos, de las esperas en una fría sala de hospital, de sus aventuras, de la magia que sólo la mente de un niño es capaz de crear. La protagonista me ha encantado. Melisa es puro amor: una niña inocente, que consigue hacer magia y nunca pierde la sonrisa ni la oportunidad de ser feliz y disfrutar a cada rato. La relación que tienen ella y su padre me ha fascinado: la complicidad, el cariño que se tienen el uno a la otra y cómo se protegen mutuamente. Los personajes están muy bien construidos y todos ellos son muy redondos, sabes perfectamente cómo es cada uno de ellos, sus cualidades y defectos. El libro es algo triste por tratar el cáncer infantil, la afasia y todo lo que conlleva, pero creo que, por encima de todo (y los considero un protagonista más) están la magia y los momentos dulces y de felicidad compartida padre – hija. Melisa y Leo consiguen sacarte mil y una sonrisas, de modo que, si el hecho de que sea un libro triste te hace pensártelo dos veces, te recomiendo leerlo porque merece mucho la pena y contiene muchos pasajes dulces de pura emoción.

Esta es una historia de personajes sobre la vida, aquí lo importante no es la trama, sino Melisa, Leo, los recuerdos, la nostalgia, la imaginación y, sobre todo, la magia.
Una novela demasiado densa y nostálgica en algunos momentos (para mi gusto), pero que se compensaba con todos los diálogos donde interviene Melisa, pues el autor ha sabido dar una voz característica y muy realista a cada uno de los personajes de esta historia y verlos interactuar entre ellos ha sido una auténtica delicia.
Narrada en primera persona por Leo, el padre de Melisa, nos encontramos la historia de cómo este hace frente a la enfermedad de su hija y hará cualquier cosa con tal de curarla mientras haya una mínima esperanza.
Sin duda, una historia de coraje y, sobre todo, de amor que nos enseñará lo importante que es vivir cada día con ilusión, valor y magia. ✨
Además, las aventuras de Melisa y Leo son fantásticas en todas las acepciones de la palabra, sin duda, lo mejor del libro que tan bien quedan representadas en la cubierta del libro ilustrada por el propio autor. Y, como minipunto final, quiero recordar que este libro colabora con la ONG «SAVE THE CHILDREN» y me parece maravilloso, muy acorde con el mensaje que quiere transmitir.

El protagonista comienza relatando, en primera persona, el fallecimiento de su mujer y posterior enfermedad de su pequeña hija de seis años, el largo tratamiento, su recaída y el plan B para que la niña se recupere, ya apenas sin fuerzas: un viaje a Turquía. Un viaje a Turquía que termina en Londres, relatando diversidad de experiencias y situaciones que la niña y el padre viven juntos, profesándose muchísimo amor y cariño. Cariño que perdura y se mantiene durante toda la historia, con una idolatría del padre hacia la hija que es digna de ser mencionada. Una historia de amor paterno filial que no entiende de límites ni miedos. Algo que emociona en muchas partes del relato. Una lucha constante por mantener a su hija feliz, y con vida, siendo capaz de llegar a hacer cualquier cosa por salvarla. Una historia de amor preciosa, entre un padre, ya devastado por la pérdida de su mujer, y una hija que se enfrenta al mayor duelo de su vida. ¿Conseguirá curarse? El final lo determina y, para descubrirlo, debéis leer esta historia llena de, insisto, amor, magia y muchas ganas de luchar por aquellas personas a las que amas.

Es un de esas historias que empiezas con muchas ganas pero que te vas desinflando poco a poco. La trama se puede dividir en dos partes, una muy original y divertida donde tiene más protagonismo Melisa con una gran dosis de imaginación yu otra parte mucho más triste y melancólica con el viaje la enfermedad que nos va narrando el padre.
El problema ha sido que la parte de Melisa aunque sorprende llega un momento que se hace demasiada repetitiva y aburrida, haciéndose pesada. No he logrado sentir la extrema mezcla entre la tristeza y la alegría que se va jugando todo el rato.
Si que tengo que destacar el final, es ahí donde he encontrado el nivel perfecto de sensibilidad y ternura.