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Empezaré diciendo que las historias de adolescentes no son lo mío, pero Siempre serás mi chica, al entretejer en la primera parte el pasado y el presente, me ha gustado mucho. Fue fácil dejarme llevar por la historia de Yellow y Tanner. Es una historia romántica donde las haya, sin caer en ser empalagosa, gracias tanto a los personajes protagonistas como a los secundarios. Lory Squire ha sabido huir de los estereotipos, por lo que no esperéis de Tanner al típico músico malote, lleno de tatuajes, ni que Yellow sea una chica tontita, con ilusiones adolescentes. Además de romanticismo, encontramos lo que puede pasar cuando se es generoso, con el primer amor. He disfrutado con cada página, descubriendo cómo el pasado podía influir en el presente, y que las decisiones que tomamos para bien o para mal, tendrán consecuencias. Siempre serás mi chica de Lory Squire, es una novela romántica contemporánea, perfecta para estas tardes de verano, para, disfrutar de una lectura interesante, divertida y refrescante.
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