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Contamos con los puntos de vista tanto de Travis como de Gabby, algo que siempre aporta interés y dinamismo a la trama. Es interesante leer como ve cada uno las cosas, leer lo que sienten y lo que piensan...Eso hace que el lector empatice más con ellos y se introduzca más en la lectura. Es un tipo de historia sencilla, de esas que no necesitan mucha acción. Es tranquila y el lector avanza plácidamente en la trama, deleitándose en cada página. En cierto modo es previsible, porque no ocurre nada sorprendente, simplemente es el día a día de los personajes y como avanza su historia de amor. El ritmo es muy fluido y al no tener muchísima acción ningún hecho se superpone a otro por lo que todo lo que ocurre queda muy natural. Además, las descripciones están en su justa medida, ni muy largas ni muy cortas por lo que la lectura no se hace nada pesada, todo lo contrario, pues es muy ágil, engancha y es fácil de leer. Me gusta mucho como desarrolla el amor el autor pues hace que sea muy fluido y natural. No tenemos un instalove, sino que los sentimientos van naciendo poco a poco, con el paso del tiempo y conforme se van conociendo los personajes. Además el autor crea una historia muy bonita, profunda y llena de sentimientos y matices. El final me ha encantado. Como siempre, al autor le encanta hacer sufrir al lector aunque también sabe hacerlo feliz, y así ha sido el final: duro y doloroso al comienzo, feliz y alegre al final de todo. He quedado muy satisfecha y creo que no podría tener un final mejor, pues es de esos que te dejan con una sonrisa en los labios y lágrimas en los ojos. Los personajes están muy bien definidos, aunque me habría gustado saber más cosas de los secundarios. |
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