Crímenes del futuro

Hambre, miseria, precariedad laboral y recuerdos borrosos de un pasado que los mayores añoran. Este paisaje desolador se dibuja en el posible mundo futuro en el que se ambienta la novela. Los estudios aparecen como una vía de escape hacia una realidad que devora esperanzas, sueños y aspiraciones. El viaje iniciático de Julia se encamina hacia un mañana más próspero en la ciudad donde con esfuerzo puede cambiar su suerte. Aunque la Historia nos enseña la crudeza de los conflictos bélicos, los humanos volvemos a caer en los mismos errores una y otra vez. La protagonista del libro primero de esta obra, titulado «Los Decapitados», es engullida por el abismo que se origina en el enfrentamiento entre el grupo rebelde y el poder autoritario establecido. Reflotar su vida tras la caída refleja lo que algunas personas consiguen después de una guerra. Sobrevivir.

Margarita y su novio son llevados a una isla desierta durante la contienda. El regreso a la naturaleza, al instinto primitivo del ser humano mientras el resto del mundo sangra supone una mirada distinta a la del resto de la novela. El libro segundo, bajo el nombre de «El diluvio universal», ahonda en el comportamiento humano frente a la intemperie que dos náufragos experimentan en una isla desierta. Adaptarse o morir. Esta es la única ley que reina en aquel paraje abandonado. Margarita decide actuar ante su nueva situación, ya que es consciente de que si ella no se habitúa a su nuevo hogar, este la devorará.

La experiencia de acomodarse al nuevo orden social de posguerra se contempla bajo la visión de Pálida que protagoniza el tercer libro, «La salud de los ojos». Su ceguera le ayuda a recordar cómo se oía y olía el mundo antes de la guerra mientras que obtener la vista provoca que la sociedad surgida de las cenizas del Ente le haga temblar de miedo. Ella no acepta la muerte del pasado. El presente no la representa. Este rechazo de la realidad le impide avanzar hacia alguna parte, ya que no sabe cómo encajar en el nuevo mundo. Sin embargo, logra mantenerse con vida recordando a los que una vez amó y que ahora solo existen en su memoria.

Las tres mujeres que configuran la novela representan tres respuestas ante el conflicto bélico. A pesar de que la obra esté ambientada en el futuro, respira contemporaneidad en tanto que en el presente transcurren varias guerras alrededor del planeta donde otras Julias, Margaritas y Pálidas deberán elegir qué camino tomar ante las atrocidades de este tipo de cambio social que las desarraiga del hábitat que conocen para tener que adaptarse a un nuevo orden desconocido. Estos caminos los narra Soto Ivars con una crudeza que hace hincapié en el daño que provoca el fracaso de un sistema que favorece a unos pocos para castigar a unos cuantos. Esta desigualdad entre ricos y pobres da como resultado el desamparo de tres mujeres que, antes de la guerra, peleaban por aportar alguna mejora a la sociedad asfixiante en la que vivían mientras que durante y después se convierten en supervivientes.

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