Kokoro

4,5/5

*Insertar onomatopeya de sorpresa* Vaya libro. Vaya personajes. Vaya drama.
En serio, leer esto fue una delicia. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con el desarrollo de los personajes. Es que creo que es lo más destacable del libro, la caracterización de los personajes. Cómo se explican todas las razones sentimentales/emocionales que influyen cuando un personaje toma una decisión.

No es un libro fácil de resumir ya que está dividido en tres partes y cada una de ellas tiene un hilo conductor. Para mí la mejor sin duda fue la primera, Sensei y yo, en la que se desarrolla la relación entre el que se supone que es el protagonista de esta historia (aunque personalmente creo que es Sensei) y Sensei, un señor enigmático. La segunda es la más floja, nos cuenta la relación del protagonista con sus padres y no sale Sensei. Como digo, Sensei es el alma mater de este libro. Y la tercera no estuvo mal pero se me hizo un poco larga, aunque la historia de Sensei merece ser contada con pelos y señales.

Yo creo que este libro es un manual de vida. La conversaciones entre el protagonista y Sensei no tienen desperdicio, cada una me dejaba pensando en cuál sería mi opinión acerca del tema que estuviesen tratando. Temas muy profundos, desde el amor hasta la soledad.

Y Sensei. Qué decir de Sensei para hacerle justicia...A ver, creo que es de mis personajes literarios favoritos. Me identificaba tanto con él pero a la vez lo sentía tan lejos de mí...Es un personaje muy humano, con sus cualidades y sus defectos, sus convicciones y sus contradicciones.

La puntuación no es la máxima porque me hubiese gustado que el libro se centrase más en la primera (sobre todo) y en la tercera parte y se hubiese reducido la segunda. Pero vamos, que yo soy demasiado exigente, esto es una obra maestra.

En fin, que no me extraña que se trate de una lectura obligatoria en los institutos de Japón. Yo creo que se debiera extender al resto del Mundo. Simplemente porque hace pensar y creo que hoy en día es algo muy importante, ya que a gran parte de la sociedad le da pereza pensar. Y además..."Después de todo, Sensei, que hablaba poco y se guardaba cosas para sí, me parecía un hombre mucho más grande que los grandes hombres que trataban de guiarme desde lo alto de sus atriles".