Un libro muy entretenido y divertido que me he leído prácticamente del tirón. Me lo he pasado genial con la familia de Serrgei y las faenas que le hacen a la pobre Lynnell. Aunque me lo he pasado muy bien con la lectura y la historia me ha encantado, no puedo evitar pensar que me ha faltado algo. Lynnell y los secundarios toman todo el protagonismo relegando a Sergei y la historia de amor a un segundo plano. La trama transcurre entre la parte inicial de presentación, las aventuras en Rusia, y la visita de otro personaje y cuando te quieres dar cuenta no has visto como, ni por qué, se han enamorado. Aún así he disfrutado como una enana con la novela, y seguiré leyendo libros de la autora. |