El origen del mal

La atracción por un título enigmático, una portada misteriosa y que nos evoca tierras exóticas, son la piedra de contacto para adentrarnos en una historia que gana enteros a medida que se va leyendo una trama donde no sabremos hacia donde nos lleva pero que tiene la suficiente fuerza en su literatura, para mantenernos fiel a su lectura, con el premio de un final sorprendente y un camino de buenos momentos y mejores vistas.
Atrapado en la lectura gracias a su lenguaje, a unas descripciones iniciales que atrapan como solo el que arropa con cariño de palabras sabe ganarse al lector para su causa. Uno se vuelve más fiel con cada página, con cada escena o tema que el autor hace desfilar por los renglones vencidos por el peso de una historia adornado con un vocabulario culto, de un estilo limpio que suena a tiempos de ayer y deja regusto a nostalgia y melancolía.
Una historia dentro de otra historia, algo de metaliteratura, película en blanco y negro que recuerda a Casablanca, una pizca de trama de espías con conspiración, mucha reflexión, algo de crítica con dosis de moral según para quien la quiera aceptar y cierto sabor a revancha histórica sin decantarse por ningún bando. Todo esto hace del nuevo libro de Somoza una historia apetitosa desde el momento en que nuestro protagonista, recibe un manuscrito de manos de su amigo el librero y comienza a leer la historia de Ángel Carvajal, un falangista desde sus tiempos universitarios, que luchó durante la guerra civil y que tras ella realizó tareas diplomáticas en el antiguo protectorado africano.

A caballo entre la actualidad, donde encontramos a nuestro protagonista velado que es el escritor y los convulsos años antes de la Guerra Civil donde encontraremos a nuestro verdadero protagonista Ángel Carvajal con el que viviremos el caldo de cultivo de unos ideales que van floreciendo en la sociedad ante el murmullo inminente de un conflicto que cada vez está más cerca. A pesar del peligro que en esta España se corre al hablar de la guerra civil española, encontramos una visión de la guerra muy reflexiva, sin partidismos.

Será a mediados del libro, cuando la novela retoma el halo de misterio que Somoza le otorgó al principio y es en ese preciso momento cuando se hará más presente a medida que avancemos convirtiéndola en adictiva. Llegados a ese punto, el autor da una verdadera lección de cómo funcionaba el mundo a nivel político tras la segunda guerra mundial y como se fueron sentando las bases de los movimientos sociales de hoy en día y los hilos del entramado político usando la trama argumental como pasarela donde nuestro protagonista y acompañantes dejaran patente sus reflexiones con un buen puñados de momentos estelares en forma de citas.

Llegados a este punto creo que es necesario descubrir la trama que Somoza nos ofrece, conocer unos acontecimientos que están inspirados en personajes reales, descubrir a un Ángel Carvajal, que madurará a través del horror de una guerra, fiel a unos ideales pero no por ello traidor a su sentido del honor para con las personas. Si no te convencen estos argumentos el hecho de conocer su final ya es otro motivo más, digno de alabanza y que demuestra porque la literatura puede removernos el alma.

Creo que el libro de Somoza puede resumirse en una frase que un personaje dice en cierto momento:

“Son papeles, tienen vida, sus bordes pueden cortar la piel, su contenido el alma” lo que nos lleva a otra frase “el dolor tiene hambre de oídos” y este libro merece tener muchos oídos y lecturas.

Un magnífico libro que sin lugar a dudas nos hará reflexionar personalmente con cada frase (que son muchas) que señalemos, que nos transportará a tierras que demostrarán que la amistad, el amor, la lealtad, la patria y el honor son palabras que pueden escaparse por muchos de los agujeros que la vida nos va haciendo, sobre todo si de pequeño te pronostican que morirás a los cuarenta años. Tras todo eso quedan las personas.

Este libro es como una gran alfombra, solo puede admirarse del todo al extenderse ante nuestros ojos completamente.
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Un escritor recibe de un amigo librero un encargo muy especial: debe leer, en un plazo máximo de veinticuatro horas, un manuscrito que alguien bastante misterioso le ha entregado. El manuscrito viene a ser una especie de memorias, escritas a máquina, y fechadas en 1957 de un tal Ángel Carvajal. El escritor empieza a leer y pronto se ve inmerso en una historia de espías y traiciones relatada por el propio protagonista: Ángel Carvajal, un militar español destinado en Marruecos acabada la Guerra Civil

“EL origen del mal” es un libro dentro de un libro. En él tenemos dos historias: la del presente que, en principio, viene a ser la de un escritor que lee un libro y la del pasado que son las memorias de Ángel Carvajal. Ambas historias están relatadas en primera persona por sus respectivos protagonistas: Ángel y el escritor

Obviamente, todo gira en torno a la historia del pasado. Historia que comienza realmente fuerte, con una de esas frases lapidarias que dejan en ascuas al lector: “Estoy muerto. Me mataron un día de septiembre de 1957 de un balazo en la cabeza”. Por supuesto, a partir de aquí necesitaremos seguir leyendo para ver qué pudo llevar al protagonista a esa situación. Ángel nos irá contando quién es. Desde que es un joven militar, de familia también militar, que ve en la guerra y en su afiliación a la Falange, un modo de hacer carrera. Hasta el momento que se enamora, se casa y es trasladado al norte de África. En una historia de guerra y de posguerra, nos enteraremos de cómo fue la presencia española en Marruecos, los intereses que allí se barajaban, las intrigas, el inicio de la inquietud marroquí por la independencia, etc… Y lo que allí irá descubriendo Ángel…

Nos hablará de su vida personal, de su novia y luego mujer y de sus hijos. Y de su amigo Elías Roca, un hombre al que conoció en la Falange y que tendrá una importancia vital en su futuro profesional y personal.

“El origen del mal” es una novela de ficción pero está inspirada en personajes reales. Obviamente, el escritor debemos pensar que es el propio José Carlos. Mientras que Ángel Carvajal está inspirado en Víctor Martínez-Simancas, un miembro de los servicios de inteligencia españoles en Marruecos. El autor se ha documentado muy bien sobre la vida de este hombre, llegando incluso a hablar con sus familiares y, tomándose algunas licencias, ha creado un personaje ficticio con claras similitudes con el real.

“El origen del mal” es una novela de espías a la española. Nada que ver con las típicas novelas de espías de la guerra fría, ni con autores como John le Carré. Ésta es una novela muy nuestra, de una realidad pasada y bastante olvidada, incluso desconocida. Son las memorias de una España franquista con una clara presencia en el norte de África

Al principio la historia del pasado no sólo es la más interesante sino también la que, en realidad, acapara prácticamente todo el protagonismo siendo la historia del presente sólo un vehículo conductor. Pero llega un momento en que la novela da un giro sorprendente, ya relacionando claramente el pasado con el presente. Un giro que realmente me dejó con la boca abierta pues nunca hubiera imaginado la deriva que iba a tomar esta historia que, en principio, parecía bastante clásica e incluso -si me apuráis- predecible. Y eso hace que la recta final de la novela me haya parecido francamente apasionante.

Como he dicho al principio, José Carlos Somoza es un escritor que en líneas generales me gusta mucho. Es verdad que dos de sus novelas me dejaron un poco fría -ambas eran novelas cortas, no sé si es casualidad- pero hay otras dos que me encantaron. Entre ellas destaco “La dama número trece” que, pese a ser una novela fuera de mis gustos literarios, me pareció un cinco estrellas. Esta novela me ha gustado mucho también. Me parece que cuenta una historia muy interesante, que ofrece mucho más de lo que al principio parece

José Carlos Somoza escribe bien, tiene mucho oficio ya en esto de la escritura y eso se nota en que, elija el género que elija, siempre saca adelante con holgura sus historias. En esta ocasión se atreve con una novela bastante diferente al resto de su bibliografía, basada en hechos y personajes reales, y una vez más la resuelve con acierto. Una novela con dos narradores, con dos estilos diferentes. Un libro detrás del que hay un importante trabajo de documentación que se nota en la escenificación pero no en el estilo que resulta ser bastante ágil, ameno y entretenido y eso a pesar de que en la novela predomina la narración sobre el diálogo.



Conclusión final

He disfrutado mucho con “El origen del mal”. Una novela interesante y bien escrita que no dudo en recomendar.
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Esta novela me entró por los ojos. Vi la sinopsis donde ponía el comienzo de la obra “ESTOY MUERTO” y quedé impresionada, he tenido que sumergirme en su historia para saber porque de esa frase primera, El origen del mal.



Un escritor recibe de su amigo librero un manuscrito que está datado en el 1957. Un hombre entró en la librería y ofreció al librero dinero para que el manuscrito fuera leído en menos de 24 horas por un escritor. Así nuestro escritor se sumerge muy intrigado a esa historia donde su primera frase, “Estoy muerto”, es tan lapidaria como su título: El origen del mal. El manuscrito está firmado por Ángel Carvajal, un señor que irá narrando su vida desde que una amiga brujilla le lee el futuro hasta el fin de sus días. En esta segunda historia, Carvajal nos muestra su juventud antes de la guerra civil como militante de la Falange, y como gracias a la amistad de Elías Roca verá como su mundo se trastocará tras el fin de la guerra. Ahora es alguien importante, vital para España, se ha convertido en uno de los espías fundamentales para su país en el norte de África, en Marruecos.



Este libro no es nada sencillo. Es un libro de carácter pausado, de comprensión lenta por la cantidad de información, datos, nombres que hay que recordar. Es una lectura difícil, o al menos a mí me lo ha parecido. Este libro está construido, según su autor, gracias a la inspiración que le ofreció un militar y falangista, Martínez-Simancas, y con el cual pudo construir esta historia de muerte, espionaje e historia, al fin y al cabo. Una historia real, con muchísima documentación, y que despierta en el lector una sensación rara al principio, y cuando crees que es demasiado previsible porque intuyes la correlación entre sus historias, el autor da un giro y convierte a la lectura en totalmente apasionante y alocada.



Usa la estructura tan habitual últimamente, de meter una novela dentro de la novela. Dicho lo cual crea dos historias totalmente inconexas y que finalmente las une de manera magistral y coherente dejando cao al lector. Como decía antes no es una lectura fácil ya que en la historia de Carvajal se entremezclan historias interesantes con historias más pesadas e insulsas lo que conlleva al lector a retrasar su ritmo de lectura. Pero a mitad de libro, cambia totalmente de registro, la historia se convierte en más sugerente donde la historia de España, la salud y vida de Carvajal se diluyen y observamos los teje-majes de nuevo de la gente de arriba. Cuando la historia de Carvajal termina y nos enfrentamos al presente con el escritor descubrimos que deseamos descubrir lo que se esconde tras esa lectura voraz del libro por parte del escritor y disfrutamos muchísimo con la conexión hecha entre las dos historias y cerramos el libro con una sensación de plenitud y satisfacción porque nos damos cuenta que hemos leído un buen libro, complicado y complejo, pero muy intenso y original.



Una lectura que no recomiendo para todos los gustos por la complejidad que tiene. Pero si os gusta y disfruta la época franquista y los libros de espionaje, este es vuestro. Además de tener intriga y suspense es diferente por varios motivos: por la estructura llamativa que tiene, los personajes tan enigmáticos y reales que hipnotizan al lector, y la historia tan de verdad y actual que tiene. No puedo decir nada respecto a esto porque sería contar el quid del libro, pero me ha parecido sorprendente y mágico como entrelaza situaciones de ficción y realidad y como las razona tan bien. Tras pasar el tiempo y reposar su lectura, creo que ha sido una lectura que necesita su tiempo para darte cuenta de lo que te cuenta, y te das cuenta de que te ha gustado más de lo esperable. Una obra especial y única que me guardo muy dentro de mí.


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“—Creo en la literatura —dice mi amigo el librero—. El poder de la palabra para… transformar…, cambiar las cosas.” ~ El origen del mal de José Carlos Somoza.

Con estas palabras comienza el libro porque efectivamente en este libro son importantes las palabras, en un mundo que da prioridad a las imágenes.

El origen del mal es un libro dentro de un libro. Así, nos cuenta la historia de Ángel, un joven franquista implicado en la guerra de Africa, predestinado a morir en 1957, año en el que está fechado su libro escrito a máquina. Y nos cuenta la historia de un librero y su amigo escritor a quienes alguien les entrega el libro de Ángel para leer en el plazo de 24 horas y desvelar un misterio. ¿Cómo se relacionan las dos historias?

Creo que es el primer libro que leo de este autor y he de decir que me gusta como escribe, con un lenguaje claro y simple e intercalando narrativa y diálogos perfectamente.

La trama encaja al final si bien a lo largo del libro te preguntas cómo se va a relacionar el presente con el pasado; si hay relación entre los personajes; y, sobre todo, cómo se va a ajustar a la sinopsis que viene en contraportada.