Somos las nietas de las brujas que no pudisteis quemar

Este libro nos deja un mensaje brutal e importantísimo, con el que muchas mujeres podemos sentirnos identificadas, en todo o en parte de su contenido, o bien venirnos a la mente mujeres a las que conocemos.

Es un libro autobiográfico, en el que Ame Soler nos habla de los estereotipos de género, desde el momento de su nacimiento, pasando por su infancia, por su adolescencia, de su sufrimiento por no encajar en lo que se espera de ella, su cuerpo no es lo delgado que debería ser… y este es un problema muy serio que sufren muchas adolescentes, y mujeres no tan jóvenes que luchan contra su cuerpo durante toda su vida.

Transmite muy bien sus sentimientos, su sufrimiento, su inseguridad… Inseguridad que la lleva, cuando encuentra su primer amor, a no darse cuenta de que no está en una relación sana, de que el control que sufre por parte de su pareja y cómo es tratada no es lo normal en una relación.

Pero no es un libro negativo, todo lo contrario, tiene un mensaje positivo. La autora no solo nos habla de los problemas sufridos, ya que en un momento determinado y con la ayuda de un grupo de mujeres, descubrió el feminismo, pudo hablar libremente de sus problemas, dándose cuenta de que no era la única en sentirse como se sentía, que hay “cientos de patrones que se repiten en nuestras vidas”. Ha aprendido a luchar contra los roles, ha aprendido a aceptarse, y aunque le queda mucho por aprender ya se ha unido “al aquelarre de brujas que vuelan sin escoba”.

El libro, además de dejarnos un contundente mensaje, es precioso. Ame Soler (conocida como Tres Voltes Rebel) no es escritora, es ilustradora, y muy buena. Las ilustraciones que acompañan este libro son magníficas, refuerzan el mensaje que transmite, y convierten este libro en un bello ejemplar que vale la pena tener en la biblioteca.

Personalmente, a mi edad ya he aprendido a pasar de muchas cosas, hace tiempo que me convertí en bruja, pero no se me olvida haber sufrido, como tantas y tantas mujeres, muchos de los temas que se plantean, u otros distintos, ya que no es cierto que nada haya cambiado. Los problemas que yo sufrí hace más de cuarenta años no eran los mismos que los que pueden vivir las adolescentes de hoy en día.

Recomendable lectura, además de ser un libro ideal para regalar. Estoy segura de que puede ayudar a muchas jóvenes a darse cuenta de que no son raras, de que puede ayudarlas a aceptarse, quererse, empoderarse… a “controlar el fuego de la hoguera”.