Nosotros después de las doce

Aurora es una chica que se debate en lo que quiere ser y hacer. Trabaja en la pastelería de sus padres y por la tarde va con su abuelo que tiene un carrusel en la plaza, el Abuelo Dubois siempre aconseja a los niños a cual caballo o carroza elegir, cada uno tiene un propósito, si quieres arreglar una amistad o quieres que un amor te corresponda; pero a nadie deja subir al único corcel dorado, ya que, Aurora dice, posee magia.
De por si, Valira es un lugar donde reinaba la magia, o es asi como dicen las leyendas, donde una Reina
Aurora tiene un conflicto con su nombre, ya que es el de una princesa de cuentos infantiles, en los cuales, todas las versiones no acaban con un final feliz.
Después de la llegada de su mejor amiga Erin junto con su familia y su hermano mellizo Teo, quien comienza una relación, él mismo le dice que podría cambiar el significado de su nombre, que si podría lograr tener un final feliz. Aventuras y romances pasan y Aurora se siente feliz, pero siente que lo ha olvidado, a Teo, a su amiga y partes en las que ellos formaban parte de su vida. Luego empieza a sumergirse en sus recuerdos dándose cuenta que hay huecos en ellos, cosas que ha olvidado con el tiempo, o porque ella así lo decidió, gracias a la magia.
Al principio pensé que iba a ser la típica historia de amor adolescente, pero no, lo comencé sin expectativas y me dejo con la boca abierta. Detrás de cada relato, de cada experiencia, todo por lo que pasa Aurora mientras crece hay una gran enseñanza, me sentí identificada en varios aspectos de su vida; pero al final, por más que hayas cometido un error, te hayas quedado en un pozo, hay que recoger fuerzas y más que nada: perdonar.
Perdonar y Perdonarse por los errores cometidos. No enterrar los malos recuerdos, hay que afrontarlos y seguir adelante pese al dolor. Sin duda recomiendo que lean este bello libro.
Espero leer más de la autora, sin duda me encanto.
4,5⭐
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