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Nunca había leído nada igual, ni siquiera es un género al que suelo recurrir nunca, pero me ha sorprendido muy gratamente. Nos situamos en un mundo con la ciencia ya más avanzada, así es, que si estás en estado vegetal, existe una institución que te pone buenos recuerdos de manera continua. Esto es lo que le ocurre a la madre de nuestro protagonista, Enzo Ignoto. Por este motivo él decide viajar a Italia, donde vive su padre. A raíz de ese viaje empezará a desenterrar secretos familiares a la par que también sucederá una historia de amor, si se puede llamar así ya que no es el tipo de romance al que estamos acostumbrados. En esta novela hay gran carga psicológica, se introduce mucho en la mente de cada personaje y, sobretodo, en la de Enzo. Es un libro que página tras página te hace reflexionar sobre millones de cosas. Por desgracia, no fui capaz de conectar con ningún personaje, no me acabaron de llegar. Si tengo que destacar algo por encima de todo sería la pluma de la autora. Desde la primera frase te atrapa. Escribe muy bonito, con muchísima elegancia y delicadeza, cuidando cada detalle y cada palabra para transmitir todo lo que ella quiere que llegue al lector. No tiene absolutamente nada que envidiar a muchísimos autores consagrados. En cuanto al final, no lo vi venir y me pareció brillante. de esos finales que te dejan como un vacío interior y te quedas mirando la pared media hora pensando "¿Qué hago con mi vida tras leer esto?". Mis más sinceras felicitaciones para Diana Soledad por esta obra y cómo me alegro de haber tenido la oportunidad de leerlo y no dejarlo pasar. Ojalá escriba muchísimo más y nos regale más maravillas como ésta. |
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