Belleza y náusea

Sin lugar a duda estoy ante una de las mejores lecturas de este año. Una historia sobre el conformismo, el perdón, la felicidad, la infelicidad y la búsqueda de uno mismo. Es una oda a la vida real, y a todo lo que ello conlleva, tanto lo bueno como lo malo

La novela parte de una premisa muy peculiar e interesante que nos introduce de lleno en la trama y nos guía a través de sus páginas hasta un final apoteósico que me ha desgarrado y conmovido, pero que sin duda tenía que ser así, es sublime.

Los personajes son uno de los puntos fuertes de la novela, están muy bien descritos y construidos, hasta tal punto que empatizas con todos ellos tarde o temprano, siendo en mi caso Enzo, el protagonista, con el que más he conectado.

La prosa de la autora es una maravilla, otro de los puntos fuertes de la historia. Me recuerda mucho a la prosa de Murakami, que te atrapa y no te suelta hasta que acabas la novela. Diana te cautiva desde el principio y te hace no querer dejar de leer en ningún momento, y va dejando reflexiones, prácticamente en todas las páginas, que son autenticas joyas.

A rasgos generales, es una obra sublime que no me ha dejado indiferente. Una historia real, cruda, conmovedora y reflexiva. Una novela sobre la aceptación más que la superación. Un historia que invita a reflexionar sobre la infelicidad en la vida y hasta qué punto estamos dispuestos a aguantarla.