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No suelo leer muchas novelas contemporáneas, pero me alegro mucho de haberle dado una oportunidad. Se podría decir que la historia de Enzo es bastante dura, pero está narrada de una forma tan irónica que hace que sea amena. Esto no quita que sea un libro para todo el mundo, al contrario. Es bastante profundo debido a sus reflexiones sobre la felicidad, el odio, el perdón y el amor. Es oscuro, porque muestra lo peor de los personajes, e incluso puede llegar a ser un poco deprimente en algunos aspectos, pero personalmente me ha sabido cautivar por como se ha llevado a cabo el enfoque psicológico. Otro punto a favor es que los protagonistas no son para nada lo esperado. Enzo se presenta como un chico escéptico y extravagante, y Mara, su interés amoroso, tiene una visión de la vida muy peculiar y una obsesión inusual por la cultura japonesa. Hay veces en las que no se llegan a entender algunas de sus acciones, pero aún así no es difícil empatizar con ellos. Por último, el final es un cúmulo de sentimientos que dan mucho que pensar. Me ha parecido desgarrador y algo abrupto, pero sin lugar a dudas perfecto para una historia de este calibre. En conclusión, es una de esas novelas que cuesta olvidar, y por eso la recomiendo encarecidamente. |
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