El Tigre y La Duquesa

En esta ocasión viajo a Barcelona de la mano de Jordi Solé, que nos trae una historia llena de misterio en la que poco a poco se irá descubriendo la verdad.

La novela, narrada en tercera persona, juega en dos tiempos:
Por un lado, tenemos el presente, en el que seguimos a la inspectora Elsa Giralt, encargada de la investigación de la muerte de Vicky, y por otro lado está el pasado, en el que conocemos a la víctima y los hechos que poco a poco la llevaron a acabar muerta en el banco de la plaza de Medinaceli.

Este juego de dos tiempos va a mantener en vilo al lector, ya que pese a saber el desenlace, no se conoce al completo ni tampoco qué sucedió con aquellos que estaban involucrados en su muerte.

Debo reconocer que hubo algún momento en el que tenía que recordarme a mí misma que la historia comienza con el descubrimiento del cadáver de Vicky, pues parecía que la joven iba a tener éxito en su empresa.

En cuanto a la trama, resulta adictiva, mostrando distintas tramas que se entremezclan hasta crear un todo que una a todas las partes, dando un sentido a la historia y mostrando una realidad mucho más compleja de lo que podía parecer en un principio.

Vicky es el personaje central que une a todos ellos, si bien la protagonista que nos han querido presentar de manera oficial es Elsa Giralt.
Sin embargo, es Vicky quien, como víctima, hace aparecer a la policía. Es ella, en vida, quien se mezcla con una banda criminal mundialmente buscada y que dará un giro a su vida. Y, por supuesto, es ella quien muestra cómo era su vida y qué la lleva a comportarse del modo en que lo hace.

Como personaje, Vicky no es uno de mis favoritos, ni es una persona con la que resulte sencillo empatizar. Sin embargo, su marcada personalidad y su carácter, lo convierten en un personaje redondo y complejo, bien construido y con una clara evolución a lo largo de la obra.
No sorprende su actitud, pues ya desde el principio deja claro el tipo de persona que es y los gustos que tiene.

La otra clara protagonista, Elsa, es una mujer que sí cumple con los clichés de un policía de novelas de misterio: alcoholismo, familia rota y una personalidad que tiene que reconstruir, además de una inmensa culpabilidad. Es todo lo que se espera de un policía de thriller, pero en mujer.
Su lucha por reencontrarse a sí misma y hacer justicia es lo que lleva al lector a intentar comprenderla y a acompañarla en esta turbia historia.
No es que el personaje esté mal construido, es simplemente que está lleno de clichés.

Hay varios puntos de la trama que resultan bastante previsibles, ya sea por actitudes de personajes o porque enrevesar la trama le restaría credibilidad, pero el autor sí logra algún pequeño giro sorprendente que pueda despistar al lector.

La historia en sí se lee rápido y engancha. La trama de los ladrones conocidos como Pink Panthers resulta de lo más interesante y da a la historia ese toque especial que necesita para tener una originalidad que la distinga de otras.

Como thriller, está lleno de clichés, pero igualmente logra captar la atención del lector y llegar a un desenlace creíble que cierra por completo todas las subtramas sin dejar cabos sueltos.
Una novela autoconclusiva que, para desconectar, es una buena opción.
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