La cruz de madera

Que sea la última vez que te avergüenzas de lo que tienes. Nunca te achiques ni por tu casa ni por tu familia ni por tu dinero. Ni trates de aparentar más de lo que eres

No había sido la lucha de un bando contra otro: había sido la lucha de los dos bandos contra sí mismos.

El amor hace a las personas tan fuertes que ningún viento las puede arrastrar, por muy fuerte que sople. Pero, cuando desaparece la persona amada, la otra se vuelve débil y cualquier brisa puede tumbarla.

A veces el silencio corta más que el cuchillo de una bayoneta.

La vida es ese espacio entre dos tiempos: el tiempo que has vivido y el que te queda por vivir.

Llevaban dos años luchando, se sentían patriotas. A su manera, sin embargo, había dejado de importarles la patria. La patria, ¿de quién? ¿Para quién? De qué servía defender la patria si al hacerlo no se defendían los valores y los principios cristianos, si no se defendía la vida.

Pero es de todos conocido que las preguntas comprometedoras, las cuestiones incómodas, solo originan silencios violentos, silencios que pueden ser más crueles que la más dura de las contestaciones

Platón decía que la enseñanza ;no es un pozo que haya que llenar, sino una luz que hay que encender

Pero la felicidad a veces es tan etérea, delicada y frágil como una pompa de jabón, una pompa que flota de un lado a otro movida por ligeros soplos de viento, que, cuando por fin quieres tocar e intentas retener, desaparece, dejando solo el recuerdo de lo que fue

Aprovecha esa locura, hija, porque el amor es como el Quijote: Cuando recobra la cordura ya está a punto de morir