Canto yo y la montaña baila

“Las pasiones también son más crudas aquí arriba. Más desnudas. Más auténticas. Aquí arriba la muerte y la vida, la vida y la muerte, y el instinto y la violencia están presentes en cada paso. Todos los demás nos hemos olvidado de la transcendencia de la vida. Los de la ciudad vivimos rebajados en agua. Pero aquí, aquí se vive todos los días”~ Canto yo y la montaña baila de Irene Sola.

Intentar hacer una sinopsis de este libro es complicado. La historia se ubica en el Pirineo catalán y está narrada por todos los habitantes de la montaña: desde la lluvia a los corzos, pasando por las flores, las placas tectónicas o las personas. Cada uno con su propia voz; cada uno con su punto de vista; y juntos van configurando la historia de una familia formada por Domènec y Sió, truncada por la mala suerte y el azar.

Y con todo, el libro aborda la guerra, la supervivencia, la amistad, el respeto a la naturaleza o las críticas a formas de vivir menos sostenibles. Es un canto al amor, al perdón y al silencio, a nuestros silencios internos, a los silencios que no queremos romper para no enfrentarnos a la realidad.

Vi este libro y se me pusieron los dientes largos. Lo encontré en eBiblio y me lancé de cabeza para desconectar un poco y limpiar la mente de tanto asesino en serie. He de decir que el libro es precioso. Me ha gustado mucho como está escrito y me ha parecido un paseo fantástico por las montañas. Creo que hasta he podido respirar el aire puro.

Dividido en cuatro partes, cada una con pequeñas historias, el libro cobra fuerza justo al final, cuando cierra la historia. Me ha gustado como la autora ha sabido darle voz propia a todos los elementos, como todos cobran vida en esta historia con toque de cuento de hadas, como cada uno reclama su espacio. Lo volveré a leer pero la siguiente vez en papel. Sin duda.