Todas las cosas de nuestra vida

Jeongho, que atiende al mote de Ojos saltones, y su madre llegan a "La isla de la Flores" buscando un nuevo porvenir, ya que al desaparecer el padre se han visto sin recursos. Detrás del bonito nombre de "La isla de las Flores" se esconde un enorme vertedero. Aquí miles de familias se dedican a separar de la basura de toda la ciudad, lo que aún es servible y se puede reutilizar o vender. Estas familias conviven con los desperdicios de la ciudad y los insectos que son atraidos por la basura. Allí conocerán a Trasquilón, el hijo del hombre que les consiguió el trabajo.

Lo primero que destaca es la dulce y tierna relación que desarrolan Trasquilón y Ojos Saltones. Realmente parecen hermanos como si hubieran nacido como tales. Y es una de mis cosas favoritas de la novela. En una parte de la historia, ambos niños van a la ciudad y Trasquilón se sorprende ante todo lo que no conocía. Y es que su única realidad es el gran vertedero donde vive desde los tres años. Es un capítulo especialmente emocionante. Me hubiera gustado ver más de esa relación.

Lo más interesante de la novela, sin lugar a dudas, es esa crítica social a la diferencia de clases. ¿Cómo puede un país desarrollado como Corea del Sur, albergar una parte de la población que se muere de hambre y tiene que recurrir a vivir en vertederos? Mientras que la opulencia les lleva a unos a tirar a la basura cualquier cosa, incluso comida en buen estado, la falta de otros les obliga incluso a comer la comida en mal estado que recogen. Y es que no solo venden lo que pueden, si no que se alimentan en gran parte de las cosas que se han tirado como desechos. La crítica es super interesante y al parecer es una seña de la obra de Hwang Sok-Yong, del que por ahora solo había leído "Shim Chong, la niña vendida", que me encantó.

También lo rebuja todo con una especie de fantasía y mundo espiritual, como si la propia naturaleza se manifestara a través de personas que vivieron allí antes de que "La Isla de las Flores" fuera el vertedero que es. Quizás esta parte se me ha quedado algo más floja y menos completa. Pero era interesante ver la mezcla, desde luego.

Quizás el libro pese a tener una crítica super interesante, muy bien construida y dos personajes muy tiernos, se me ha quedado algo justo. Es un buen libro, que se lee del tirón y se disfruta, pero no me ha parecido todo lo redondo que parecía por su premisa. Además, el final no me ha gustado nada, y no tanto por lo que pasa en sí, si no por la frialdad con la que se trata el suceso, algo que choca con la gran sensibilidad que el autor dota a otras escenas. Aunque también puede ser mi percepción, ya que esperaba algo más sentido. Por lo demás, es una lectura interesante, que denuncia algo importante. Yo no conocía la situación de estas personas que se ven obligadas a vivir así y me ha impactado mucho.