A quien no vacila en la acción no le asustan las palabras.
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A quien no vacila en la acción no le asustan las palabras.
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Obligar a los dioses a lo que no quieren no hay un solo hombre que pudiera.
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TIRESIAS: Y puesto que me has echado en cara que soy ciego, te digo: aunque tú tienes vista, no ves en qué grado de desgracia te encuentras ni dónde habitas ni con quiénes transcurre tu vida. ¿Acaso conoces de quiénes desciendes? Eres, sin darte cuenta, odioso para los tuyos, […] y la maldición […] de tu madre y de tu padre, con paso terrible te arrojará, algún día, de esta tierra, y tú, que ahora ves claramente, entonces estarás en la oscuridad.
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De todos los sufrimientos, los más crueles son los que nosotros mismos buscamos voluntariamente.
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¡Ay, generación de mortales! ¡Vuestra existencia es a mis ojos nada!
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Afirmo que es igual rechazar a un buen amigo que la propia vida, a la que se estima sobre todas las cosas.
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(...) Porque una sola cosa podría proporcionarnos el conocimiento de muchas, si consiguiéramos un pequeño principio de esperanza
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...he aquí a Edipo, el que solucionó los famosos enigmas y fue hombre poderosísimo; aquel al que los ciudadanos miraban con envidia por su destino! ¡En qué cúmulo de terribles desgracias ha venido a parar!
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Es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Narra la vuelta a casa, tras la guerra de Troya, del héroe griego Ulises