El Murmullo de Las Abejas

-La Vida no da garantías. A nadie. No espera a nadie. No tiene consideraciones con nadie.

Ya no le cedería ni un pedazo de su vida ni de su voluntad a nadie……Tomaría sus decisiones con voluntad y con voluntad erradicaría el miedo…..Nunca se quedaría a la deriva, a merced de las decisiones de otros. Jamás se permitiría estancarse.

Ya el águila real voló
Y se incomodó el jilguero.
Se ha de llegar la ocasión
en que el burro mande al arriero.

El tiempo es un amo cruel y caprichoso, pues cuanto más lo deseas, más rápido se esfuma y viceversa: cuanto más quisieras escabullirte de él, más inmóvil parece.

Jamás se debe contradecir ningún acto de amor.

Se acomodaba y reacomodaba la mortaja en que lo había envuelto su madre mientras le daba su última bendición y le decía ve con Dios, m'ijo, que ahí nos vemos luego. Suponía que cuando la propia madre lo daba a uno por muerto, uno mismo también debía asumirlo, qué remedio quedaba.

Nadie sabía decir en qué había sido mejor Mercedes Garza. En fin, todos sabían que santa, lo que se dice santa, no era, y ángel menos, aunque ese día la muerta, por muerta, se le perdonaba cualquier transgresión.

Las casas mueren cuando se dejan de alimentarse de la energía de sus dueños

El verdadero significado de la muerte: que no hay marcha atrás y que lo que no se dijo a tiempo, jamás se dirá

El mundo era de los vivos y a veces los vivos debían tomar decisiones con información nueva