Comencé el libro sin saber muy bien qué me iba a encontrar. El título es peculiar y la idea de que la vida te va entregando palabras original. ¿Y qué me encontré? una historia muy bien escrita, tranquila... cotidiana... que me ha mecido, que me ha dado la mano y yo sólo he tenido que dejarme llevar. Y en ese dejarme llevar también he reflexionado y echado un vistazo a mi propio yo. Que Arai pertenezca a mi generación me ha ayudado muchísimo, su pasado en cierto modo ha sido el mío. Una novela emotiva, pausada, con un giro final que pone la guinda. |