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Thornill nos trae dos historias paralelas, separadas en el tiempo, una sucede en 1982 y la otra en 2017, que a simple vista poco tienen que ver pero que prestando un poco de atención, nos damos cuenta de que tienen mucho en común. La primera historia que se nos presenta, sucede en 1982 y está escrita a modo de diario. Nos cuenta la historia de Mary Baines, una niña que vive en el orfanato para chicas Thornhill, que sufre mutismo selectivo y que, por ello, sufre bullying de sus compañeras, sobre todo de una de ellas. Mary creía haberse librado de ella, pero tras un tiempo en acogida la devuelven y con ella, el infierno de Mary. Al mismo tiempo y dando un salto de treinta y cinco años en el tiempo, se nos presenta también la historia de Ella Clarke, quien se ha mudado junto a su padre a una casa desde donde se puede ver el antiguo orfanato. Su padre trabaja mucho y ella pasa los días prácticamente sola. Se siente atraída por las ruinas de Thornhill e intrigada por la visión de una niña merodeando por los alrededores sale a investigar. Esta historia se nos presenta mediante ilustraciones lo que ayuda bastante a diferenciar en todo momento en que línea temporal estamos. Y así Pam Smy nos va narrando dos historias duras tratando temas serios como el bullying, la sensación de soledad o de no pertenecer a ningún sitio, el miedo, la incomprensión,... Dos historias impactantes y realistas que nos hacen ver como los gestos de los que están alrededor, uno tras otro y por pequeños que sean, pueden terminar haciendo mucho daño a una persona. Pero también la indiferencia, el no saber o querer implicarse ignorando esas acciones que vemos que están destruyendo poco a poco a otra persona. Dos protagonistas que lograrán captar nuestra atención, con las que sin duda no solo conseguiremos empatizar y sufrir con ellas si no que, sentiremos la necesidad de protegerlas. Aquí tengo que decir que, Ella me ha gustado un montón, es una niña creativa que, si bien no es el acoso lo que la atormenta a ella si no que es la soledad en uno de los momentos en que más necesitaría atención su habitación, al igual que le ocurre a Mary, parece ser el mejor refugio. Sin embargo, con quien más he sufrido, he sentido más impotencia, decepción y sobre todo, incertidumbre y miedo por no saber al final por donde iba a terminar todo pero tampoco auguraba nada bueno. Dos historias interesantes, de esas que nos mantendrán en vilo y no nos dejarán soltar el libro avanzando poco a poco pero sin pausa hasta que Pam Smy las une de una forma magistral logrando sorprendernos. La pluma de la autora es algo que desconocía por completo pero que ha sido todo un descubrimiento por lo que no dudaré en repetir con ella. Me ha parecido una maravilla tanto en la parte escrita como en la ilustrada. Una pluma exquisita y sencilla con la que dota a la historia al mismo tiempo y en su justa medida tanto de inocencia como de oscuridad logrando crear un conjunto original con el que nos transmite una montaña rusa de emociones a lo largo de las páginas, sabiendo perfectamente ponernos en el lugar de cada personaje, hasta en algunas contadas ocasiones en el lugar de la abusona incluso. Las ilustraciones maravillosas, en blanco y negro, magníficas y oscuras acorde con la historia logrando un toque de lo más visual para no perdernos detalle alguno de la historia que se nos cuenta a través de ellas sin que echemos de menos en ningún momento la necesidad de utilizar palabras escritas para adentrarnos en la historia, entenderla y vivirla tal cual fuéramos uno más de sus personajes. El ritmo de lectura es ágil y constante, pese a sus más de 500 páginas es una lectura digna de disfrutar en una tarde -y ya si se trata de una tarde de estas lluviosas y oscuras mejor que mejor :p -. Una de estas lecturas que ojalá en algún momento veamos como lectura obligatoria en los colegios por todo lo que transmite y por todo lo que nos enseña, muy necesario en los tiempos que corren. Enlace: https://krazybookobsession.b.. |
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