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Hace ya unos días que terminé Un arbol crece en Brooklyn y por fin me atrevo a escribir esta reseña. Antes que nada, debo confesar que lo poco que sabía de este libro era básicamente que giraba en torno a una niña, Francie Nolan. Llevaba bastante tiempo en mi lista de pendientes por las buenas opiniones que había leído, y aproveché el relanzamiento tan maravilloso de Lumen. Un árbol crece en Brooklyn nos relata el desarrollo de nuestra prota a partir de los 7 años. Incorpora también flashbacks donde podemos conocer el pasado de su familia. ¿Qué más podría decir del libro a parte de esto? Que es puro sentimiento. Imaginaos conocer lo pensamientos, sensaciones, comparaciones y deseos de una niña excéntrica, solitaria y cariñosa. Disfrutar este libro ha sido posible gracias a este personaje, que ha pasado a ser de mis favoritos. Tengo claro que de no haber conectado de esta manera con ella, no lo habría disfrutado así. En esta historia se nos muestra unas de cal y otras muchas de arena. Supone leer escenas de gente tan pobre hasta el punto tener los centavos justos para asegurar la comida (si eso). Esto marca a cualquier persona, y más un niño. Pues en estas páginas te encuentras con situaciones tristes, combinadas con pensamientos e ideas de Francie que son una delicia. Solo ella es capaz, en medio del desastre, ver la luz. Así pasamos el libro, conociendo el desarrollo del personaje en su barrio de Brooklyn y soñar y enternecerte con ella. Muchas veces me he sentido impotente, muchas veces me han dado ganas de gritarle al libro rogándole que alguien diera un abrazo a Francie, detestando a su madre demasiadas ocasiones (por favor señora, un gesto de cariño no cuesta nada). En definitiva, no podía parar de leer. No se por qué, me podía leer perfectamente 100 páginas de un tiron y os aseguro que no es lo normal. Me ha gustado mucho y lo recomiendo a todo el mundo. Enlace: http://leerenlaluna.blogspot.. |
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