Un árbol crece en Brooklyn

Se trata de una novela tierna y entretenida. Relata la vida de una niña y su familia. Cuentan con un férreo espíritu de superación y se abren camino poco a poco, venciendo todo tipo de dificultades.

La autora relata con gran exactitud una época de mucha pobreza y discriminación. A pesar de que se podría haber recreado en la desgracia, pasa un poco de puntillas, quitándole drama y quedándose sólo con lo bueno de cada uno.

Los únicos personajes que logran destacar son Francie y su tía Sissy. La primera nos muestra Brooklyn y, a través de sus infantiles ojos, vemos una ciudad que no resulta tan mala como realmente es. Pasaban hambre y se mataban a trabajar por una miseria, pero lograban ser felices con pequeños gestos; sin montar un drama de ello. Francie experimenta una evidente evolución: de niña soñadora a joven que quiere saborear todo cuando la vida puede ofrecerle, y me gusta que luche por ello y no se conforme. Es fuerte y decidida.

Por otro lado está Sissy. Es una mujer que irradia bondad y ternura, con una necesidad imperiosa de ser madre, pero sin conseguirlo. Por esa razón va cambiando de hombre como de camisa, ganándose esa fama de "mala mujer" cuando lo único que quiere es tener a alguien a quien cuidar y dar todo su amor.

En mi opinión, la autora debería haber seguido un orden cronológico. En ciertos capítulos da saltos en el tiempo, cuando lo mejor habría sido empezar directamente relatando la vida de los padres y luego centrarse únicamente en el punto de vista de Francie.

La historia es lenta, se hace de rogar, pero poco a poco coges cariño a la protagonista. Se trata de una novela con todos los ingredientes para ser inolvidable, pero en mi caso se ha quedado a medio camino. No tenía grandes expectativas, pero tampoco he sufrido una decepción. No me gustan mucho este tipo de libros, pero no es mala elección para distraerse.

Saludos ;)