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La vida de Aurelia ha estado planificada desde que nació. al ser la primera hija del rey y la reina de Renalt, su destino ha estado anclado al heredero del reino enemigo, Achleva, con el intento de terminar de una vez por todas los enfrenamientos que tienen desde hace tiempo. Sin embargo, Aurelia esconde un secreto que podría significar su muerte. Desde siempre, Aurelia ha tenido una conexión con la magia, pero en Renalt la hechicería está penada con la muerte. Vista siempre bajo ojos escrutadores, todo cambia para Aurelia cuando debe mostrar su realidad. Perseguida por su pueblo y traicionada por gente inesperada, debe huir y esconderse, ponerse una máscara y actuar como otra persona con otro nombre para no desvelar su verdadera naturaleza. El destino, no obstante, quiere que su relación con Achleva siga firme, así que cuando entra en la ciudad acorazada y protegida con magia, todo lo que allí descubre desequilibra aquello en lo que siempre ha creído. La ciudad de Achleva está en peligro y Aurelia podría ser la única que podría salvarla de su caída y su desesperación. Pero Aurelia tendrá que pagar un precio muy alto, exponerse ante la gente que sigue rechazando lo que es a la vez que sus sentimientos por un chico enigmático y amable empiezan a florecer, donde la muerte empieza a ganar terreno y donde el miedo y la desesperación hará que personas de su alrededor sufran consecuencias irreparables. Hoja de sangre es la prometedora primera parte de una nueva trilogía de fantasía, un libro que lleva llamando la atención desde que se publicó por primera vez en inglés, tanto, que ya hay alguna que otra productora interesada en darle una adaptación en formato serie. Un muy buen retelling de un cuento de los hermanos Grimm, La pastora de ocas, el libro nos adentra en una ambientación donde dos reinos llevan en guerra demasiado tiempo y donde la magia es vista como algo demoníaco, a repudiar, a través de una trama que intenta mostrar diferentes elementos para crear una lectura entretenida y bien formada en algunos aspectos. Narrado en primera persona a través de los ojos de Aurelia, nuestra protagonista, el libro comienza con unos capítulos que te ponen pronto en situación: Renalt está condenando a mujeres sospechosas de utilizar la brujería. Tan solo con esto, la autora nos mete en una situación peligrosa allá por donde vayamos, teniendo ya que mirar a nuestras espaldas para evitar alguna daga traicionera que empiece a asesinar sin ningún tapujo a cualquiera que haga algo sospechoso. Siguiendo a Aurelia, pronto empezaremos a conocer cómo funciona la vida de Renalt, sus creencias, sus miedos, siendo el inicio de un escenario rico en detalles, que va a jugar un papel importante, donde la magia empieza a cobrar vida poco a poco y de manera tímida, dejando ya capítulos de alta tensión donde los hechizos, rituales, las primeras carreras y los primeros giros en la trama empiezan a funcionar. Si bien es cierto que ha sido aquí cuando he empezado a notar que todo iba con algo de precipitación, mencionando o explicando la autora lo necesario para comprender el mundo que se va a abrir a nuestro alrededor, eso también ha proporcionado una lectura que, desde el comienzo, es bastante directa, ligera y amena, enganchando sin problemas y siendo una gran fuente de entretenimiento. Mezclando momentos más pausados para seguir metiendo la historia de Renalt y Achleva, para seguir indagando en el tema de la magia y para seguir desarrollando a sus personajes, Crystal Smith consigue crear una lectura interesante en la que las escenas se van a suceder una detrás de otra, donde un misterio y una misión central empiezan también a entremezclarse, creciendo y dando un punto focal en lo que centrarse que va dejando también sus propias huellas y resquicios a seguir, consiguiendo que la historia sea ambiciosa y arriesgada, una vorágine de eventos que no te van a soltar. A medida que se avanza en la historia se van descubriendo nuevas cosas, verdades de secretos que empiezan a romperse, más giros pequeños que consiguen que el libro se lea volando. Nos vamos acercando cada vez más y más al turbio pretexto para dar sentido a todo lo que está pasando, asesinatos misteriosos, un complot para destruir una ciudad que hay que proteger a toda costa, peleando contra enemigos, escalando lugares remotos y de fantasía muy reales y bien descritos, poniendo a prueba la valentía y el poder de unos personajes que cada vez van a ser más cercanos, cada vez van a dar más y más, que van a sufrir con las consecuencias de sus actos, avanzando hacia unos capítulos finales en los que se va a provocar una serie de circunstancias que van a cambiarlo todo, que van a romper los esquemas que se habían construido hasta ahora, un final plagado de sorpresas inesperadas que, aunque parece que todo queda cerrado, de alguna manera sabes que esto es solo el comienzo de algo más grande. A pesar de todo esto, la historia no ha sabido convencerme del todo. Mi principal problema con este libro es que he sentido que no me aportaba nada nuevo al género. Es una historia entretenida y sí, no lo niego, sabe enganchar, pero no me ha parecido nada increíble ni original ni novedoso. Se ha quedado como una historia más que no me ha hecho destacarla por encima de otras. Ha tenido varias cosas que no han logrado decirme demasiado. Una de ellas, el romance. Si hay momentos para desarrollar una ambientación genial, una de las cosas que más me han gustado del libro al ver la cantidad de información que la autora daba para asentar un buen escenario para el transcurso de su historia, con una mitología buena y creíble, y una vida repleta de matices, no ha sido así con el romance. Es más, éste no ha tenido casi cabida de crecimiento en todo el libro. Me ha parecido que la relación que hay es fría, insustancial. No la he sentido ni me la he creído, todo ha pasado muy por encima y sin ton ni son. Otra de las cosas que me han chirriado de esta historia es la facilidad que tiene Aurelia de entender y controlar la magia. Se supone que, como princesa de un reino que condena la brujería, nunca ha tenido una conexión directa con la magia como para poder entrenar o hacer hechizos a todas horas sin que nadie la descubra y le ponga la soga alrededor de su cuello. Pues es abrir un libro y entender cómo se hace ese ritual y el otro, comprender los pasos, tener un poder inmenso de la noche a la mañana. Se queda algo surrealista al no tener, tampoco, capítulos dedicados al descubrimiento de su interior, a la prueba y el error. Lo hace todo de manera directa, sin escrúpulos, como dando a entender que es algo que ha hecho toda la vida y que controla a la perfección. Junto a esto, he visto algunos agujeros en la trama. Hay escenas que implican a ciertos personajes, hacen cosas y, luego, es como no existieran más hasta cuando la autora lo requiere. Como que las consecuencias de lo que hacen y que deben de afectar a Aurelia de manera muy directa no aparece jamás. Hay una aceptación por los hechos muy errónea, conformidad. ¿Que éste ha hecho eso y significa que podría pasarme aquello? No pasa nada, lo olvido hasta más adelante. Y hay un aspecto central, relacionado con la magia y un hechizo de unión a través de la sangre, que se ha quedado un tanto extraño justo por esto. Ha faltado falta de conexión en esos momentos. En resumen, Hoja de sangre no es un mal libro. Entretiene y engancha, ofrece una ambientación interesante que se llega a conocer bastante bien, pero peca de ser un inicio al que le falta más sentido y lógica a algunos hechos. Una historia más dentro de la fantasía, la trama es un no parar de escena tras otra, pero la falta de desarrollo del romance y lo extraño que quedan algunas soluciones y relaciones provocan que, al final, te quede un regusto amargo. |
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