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"Suele decirse que la escritura es 'creativa'; a mí nunca me ha parecido una descripción correcta. (...) La escritura es control. La facultad donde doy clases debería llamarse Departamento de Control de la Experiencia. La experiencia -enigmática, abrumadora, consciente, inconsciente- nos arrolla a todos. Intentamos adaptarnos, aprender, acomodarnos, a veces resistiéndonos, otras veces sometiéndonos, para encarar lo que venga. Los escritores, sin embargo, vas más allá: toman esa masa informe de perplejidad y la vierten en un molde de su propia invención. La escritura es siempre resistencia." No sé vosotrxs, pero yo, aún a día de hoy soy incapaz de pensar sobre todo lo que está pasando. Tengo la mente embotada, paralizada, completamente llena de niebla. de hecho, hasta ahora no me había atrevido a leer nada que hablase sobre los meses de confinamiento. Este mini ensayo ha sido una buena forma de empezar, porque sin ser muy intenso o dramático, pone en palabras algunas cosas que rondaban por mi cabeza pero que no sabía como articular. Mientras a mí me arrollaba la experiencia, Zadie Smith, como buena escritora, se resistía a ella observándola, moldeándola, exponiéndola ante el escrutinio de todas nosotras. Contemplaciones es un libro compuesto de varios artículos escritos en los primeros meses de la pandemia, cuando todavía estábamos empezando a vislumbrar los efectos que todo esto iba a tener en nuestras vidas. Son artículos que parten desde el hecho de mirar hacia las cosas pequeñas, con calma, sin intención de llegar a ninguna certeza. Pensaba que iba a ser un libro más cañero, que metería un poco más el dedo en la llaga. Sin embargo, estas son contemplaciones amables, lentas. No están pensadas como revulsivo, sino como reflexiones al viento a las que volver posteriormente, cuando sea posible pensar en todo esto desde un afuera, sin estar encima, viviendo en ello, ahogadas por los sucesos cotidianos y por la falta de certezas. Eso no quiere decir que sean reflexiones superficiales, para nada. Zadie Smith reflexiona sobre el racismo, el privilegio, o la incertidumbre, todo ello mezclado con referencias populares, como por ejemplo, el meme de Mel Gibson y Jesucristo a partir del cuál reflexiona sobre el sufrimiento (sin duda, esa ha sido una de mis contemplaciones favoritas.) Para terminar, Smith le dedica unas páginas de agradecimiento a la gente que está o ha estado en su vida y a todo lo que le han enseñado, de una manera muy bonita y muy entrañable. Me ha parecido una forma perfecta de cerrar un libro así. |
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