Si la vida te da limones, haz culebrones

Fueron unas Navidades raras. La familia estaba de luto a muchos niveles. Si hubieran tenido un GPS familiar, se habría oído una voz de fondo diciendo: Recalculando, recalculando...

...se había dado cuenta de que un orgasmo compartido era como un zumo recién exprimido, con todo su sabor y todas sus vitaminas, mientras que apañárselas con el vibrador era como tomar un zumo de los que sirven en los aviones.

De joven pensaba que la vida sería apasionante como una serie americana, pero luego me casé con Queco y se volvió aburrida como un programa de deportes. -Kata fingió ofenderse con su comentario-. Con Hugo estoy viviendo una auténtica pasión de gavilanes. Nuestras vidas se han convertido en culebrones y, ¡ay, hermanita!, nada engancha tanto como un culebrón

...tener hijos con alguien era algo que exigía un grado de intimidad muy superior al del sexo. Hacía falta una convivencia, un compromiso... Era necesario confiar plenamente en la otra persona. Una serie de cosas que cada vez le parecían más difíciles de encontrar.

-Mauri, no te hagas el anciano, que sólo tienes cuatro años más que yo.
-Pero entre los veintiocho y los treinta y dos está la barrera de los treinta. Cuando la cruzas te regalan diez punto de vejez extra.

Como un faro, cuya luz se apaga y se enciende al girar, los ojos de Dani recuperaron su brillo y Katrina se dio cuenta de que mantenerlos encendidos iba a ser su nuevo objetivo en la vida.