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Crítica de laberintosdetinta


laberintosdetinta
13 April 2018
Esta novela, como os digo en la ficha técnica, quedó finalista en el premio de narrativa Vuela la cometa, premio que ganó Habrá valido la pena de Daniel Morales (que también reseñé) y por eso mismo me decidí a reseñarlo cuando su autor me lo propuso, ya que el libro ganador me encantó y pensaba que este iba a mantener el nivel. Para mi sorpresa, el libro me ha decepcionado bastante por varios motivos.
En primer lugar, creo que la trama y sus implicaciones, como son expuestas en un primer momento, son muy interesantes: tenemos una especie de reformulación de El doctor Jekill y Mr. Hyde, la obra clásica de R. L. Stivenson. Como su inspiración, esta novela nos habla de la dualidad del ser humano, de la bondad y la maldad, de los pensamientos reprimidos, de la identidad… Además, el protagonista tiene que hacer un “viaje” metafórico para encontrarse consigo mismo y con todas las cosas que ha tratado de evitar y que están colapsando su mente, afectando al mismo tiempo a su salud mental.
Creo que buena parte del interés de esta novela reside en este punto y ha sido lo que más he disfrutado durante su lectura. Los párrafos introspectivos del personaje principal te atrapan con facilidad y te transportan a su psique de manera inmediata y puedo afirmar que los diálogos entre Alfa y Beta son brillantes. ¿Cuál es el problema? Que en realidad esto no es una constante en el libro, poco a poco se va diluyendo y toma la forma de un thriller bastante convencional que a mí no me ha impresionado.
A partir de aquí entramos en el terreno pantanoso de los elementos que no me han gustado y que se repiten con frecuencia en la novela. Serían tres principalmente: la prosa, el contenido de corte machista y la representación de las mujeres y el giro de trama final.
Desde mi punto de vista hay mucha purple prose o prosa recargada sin sentido en un intento de trascendencia que hace pesada la lectura por su irrelevancia, frente a la vivacidad de los diálogos que tan bien trabajados me han parecido. Creo que esta prosa rompe el pacto de ficción numerosas veces y saca al lector de la narración, ya que nos encontramos con un narrador interno en primera persona que describe todo con un barroquismo bastante incoherente, me parece que no es el estilo adecuado para la narración escogida por el autor, ya que cuando utiliza un todo más actual, menos recargado e incluso con coloquialismos se ve más natural el texto, no te recuerda constantemente que estás ante una novela, te atrapa dentro de ella.
Otro elemento tremendamente negativo para mí es el machismo y la representación de las mujeres en este libro: en primer lugar, utiliza la violencia de género como una excusa narrativa para contar la historia, algo bastante manido que le quita peso a un asunto tan importante. Asimismo, hay varios párrafos en los que sutilmente parece que se culpe a la víctima en lugar de al maltratador, aunque sean las represalias violentas hacia este las que desencadenen la acción narrativa: el protagonista siente asco por el maltratador, pero al mismo tiempo se pregunta por qué ella lo aguanta, obviando todo un juego de relaciones de poder, dependencia emocional y abuso psicológico que hay detrás de la violencia física y que sustenta la violencia machista tanto o más que esta. En cierto modo justifica esa violencia y posteriormente blanquea sobremanera a la figura del padre maltratador, llegando a calificarlo de “héroe”.
Dentro de este mismo tema, además, los personajes femeninos que aparecen son representados como tópicos: la chica guapa que tiene que ser el interés amoroso del protagonista, pero tiene 0,0 relevancia para la trama, no se ha molestado en desarrollarla como personaje (o te la describe mediante clichés machistas: dice literalmente de ella que “un pasado promiscuo le ha dejado una personalidad trastocada”) y solo aparece por conveniencia narrativa y para ser objetificada; luego tenemos a la madre víctima de violencia de género de la que ya he hablado y que también es vista como el tópico tanto de madre como de víctima de violencia de género; por último tendríamos a la psicóloga del protagonista, que lo primero que se dice de ella es que le interesa románticamente al protagonista, la ayuda que le proporciona es algo secundario. Otro ejemplo son roles de género arcaicos que se presentan de forma ordinaria y positiva en la novela como fardar de ligues, “el llanto insulso impropio de un hombre” o “sos un hombre, y los hombres, los hombres de verdad, no se dejan gobernar por la sensibilidad. Eso sería de maricón (sic), ¿no?”. Sin comentarios.
Para terminar, me gustaría hablar del giro final: primero, me parece un final tremendamente anticlimático sin pretenderlo, creo que lo que el autor quiere es totalmente lo contrario, pero en mi caso ese final ha pasado sin pena y ni gloria, no me ha movido nada porque uno de los personajes implicados tiene un desarrollo pésimo y soy incapaz de sentir empatía y mucho menos pena por él como de repente el protagonista parece sentir. Para finalizar tenemos un plot twist bastante vago que parece que únicamente está ahí para que no se termine tan pronto la novela ya que no aporta nada y es un poco inverosímil.
Para concluir, esta es una novela que me ha decepcionado y, aunque muchos de sus temas me han parecido interesantes, aunque los diálogos sean dignos de admiración, tiene muchos elementos narrativos que mejorar y algunas desviaciones temáticas que no terminan de convencerme, sin comentar el contenido machista y la visión de la mujer que se ofrece en la novela. Aun así, quiero agradecer al autor que me presentara esta oportunidad de colaboración a cambio de una reseña honesta.
Enlace: https://laberintosdetinta.bl..
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