Vienen cuando hace frío

Primera incursión que hago en la obra de Carlos Sisí y ya estoy con el siguiente (Los caminantes). Este es un libro que aunque tal y como empezó creí que me gustaría todavía más, he disfrutado bastante y por eso ya estoy (en compañía de dos amigas) leyendo el siguiente

Para estas lecturas conjuntas queríamos libros entretenidos y fáciles de leer, thriller, intriga, terror… y este autor, que ninguna había leído previamente, nos parecía una buena opción, así que decidimos estrenarnos con un libro auto conclusivo para saber si su estilo nos convencía y la impresión general ha sido bastante buena.

Todas coincidimos en que lo que más destaca de esta historia es el ritmo y la forma de narrar y de describir del autor. Fue muy fácil imaginar la vieja cabaña Harper en el Yukón, Oak Creek, Canadá y todo el entorno que la rodeaba. Allí es donde llega Joe un 29 de Julio. Ha perdido su trabajo y cansado de todo recuerda esta vieja propiedad de la familia que lleva mucho tiempo abandonada. Joe decide invertir lo poco que tiene en rehabilitarla y empezar allí de cero.

Pronto conocerá al viejo Pete y a Betsy, su esposa, que lo cuidan como si fuese su propio hijo y le ayudan a rehabilitar su casa, pero también le avisan de que es mejor que no se quede allí en invierno. Estará demasiado aislado y “ellos vienen cuando hace frío”.

No os voy a decir qué o quién viene cuando hace frío, pero la verdad es que los tiros no han ido por donde nosotras imaginábamos y eso ha sido lo que nos ha desinflado un poco la lectura y es que a partir de capítulo 8 la historia va tomando unos derroteros muy raros y me quedé muy descolocada, igual que cuando vi por primera vez “Abierto hasta el amanecer”, que te crees que estás viendo una peli de malvados ladrones hasta que de repente y sin previo aviso la cabeza te da la vuelta con una de vampiros, que no digo que haya vampiros aquí, ¡ojo!, de hecho y a pesar de las buenas descripciones del autor, no tengo muy claro qué es lo que hay.

Todo lo que le va ocurriendo al pobre Joe ha sido “demasiado” surrealista y sientes que la segunda y tercera parte del libro no pegan mucho con la primera, sin embargo, aún sin ser lo que esperaba a mí me ha gustado, quizás precisamente por eso, porque me ha sorprendido y desconcertado sobre todo al no ser el estilo de historias que yo suelo leer, pero tanto la forma de escribir del autor, como el ritmo que le ha dado a la historia me han convencido a pesar de haber conseguido eliminar de mi cerebro la idílica imagen que siempre tengo en la cabeza de las cabañas y la nieve en invierno.