Un Rayo en la Pradera: Amor y fe en Tíbet

definitivamente me encanta la forma en que está escrito, la facilidad con que te sumergis en la historia y podes ir conociendo parte de la historia del Tíbet, su cultura, y por sobretodo parte de la vida de los monjes budista. Es sin dudas lo que más me ha gustado y lo que más disfruté.
¿por qué no fue calificación perfecta? Por los personajes. En ningun momento logré sentir simpatía por ellos, ni un solo resquecho de acercamiento, todo lo contrario, eramos como imanes de la misma polaridad, imposible estar cerca. Principalmente Shayka, su personaje es insufrible, arrogante, caprichosa, malcriada, y un largo etc, y para completar los personajes pululan alrededor de ella formando triángulos, cuadrados, decaedros "románticos", eso si, tengo que agradecer que en realidad no hay romance propiamente dicho, sino apenas una mención de quién se siente atraído por quien, algún que otro histeriqueo que es lo que permite que avance la trama para los personajes. Como en sí, los personajes están para mostrarnos la historia del Tíbet, es que no tuvo tanto peso el que me cayeran mal para disfrutar el libro.

En definitiva, recomiendo el libro para quienes como yo, sientan curiosidad por este país, su gente, su cultura y su religión.

Es una historia que te sumerge en el conflicto tibetano. Gran desconocido para muchos, entre los que me incluyo.

Ese es definitivamente el fuerte de la historia donde los personajes y los hechos que les suceden quedan en muy segundo plano. Los personajes están muy escasamente perfilados a pesar de que los conocemos desde que son niños. Esto hace que en realidad no me encontrara unida a ninguno y realmente no me importaba demasiado lo que les sucedía atrapaba en los hechos históricos que se sucedían sin parar.

Tampoco ayudaba que el único personaje del que se conocía más, Shakya, fuera de lo más insoportable. He conocido pocos personajes tan egoístas y odiosos como ella.

Le alabo a la autora que haya sido capaz de contarme de forma amena y sin caer en darle demasiadas vueltas lo que sucedió en el Tíbet. Por otro lado, me esperaba otra cosa de la historia que me iba a contar. Puedo considerar esta historia como una historia de fe pero definitivamente no es una historia de amor.