La llama de Focea

Decimotercera entrega de una serie que me he leído entera, cuyo protagonistas principales son el subteniente de la Guardia Civil Rubén Bevilacqua y su compañera Chamorro. Lorenzo Silva nunca me defrauda y con esta novela ha colmado mi curiosidad desvelando una parte del pasado de Bevilacqua de la cual había dado algunas pistas en sus anteriores novelas sin acabar de aclarar nada.

Bevilacqua es llamado por sus superiores a investigar el asesinato de una chica en el Camino de Santiago, hija de Ferran Bonmatí, un empresario catalán ligado al independentismo catalán, que está siendo investigado por un delito grave.

Siguiendo la investigación, el subteniente y su equipo se traslada a la ciudad de Barcelona, donde llegó destinado de recién casado en 1992, nació su hijo y vivió algunos años hasta que pidió el traslado.

A la vez que seguimos la investigación del caso, volvemos al pasado de nuestro protagonista en esos años que vivó y trabajó en Barcelona. Dos historias en una, presente y pasado se van alternando en un relato en primera persona que nos acerca más a este picoleto que nos ha ido contando su vida personal y profesional capítulo a capítulo y que, con esta última entrega, se conforma como un todo y nos deja ver a un hombre como otro cualquiera, dedicado a su trabajo, a su familia y amigos, con sus defectos y sus virtudes, con sus aciertos y sus equivocaciones...

El autor nos retrata la Barcelona pujante de las olimpiadas donde el protagonista vivió unos años, y también la Barcelona del 2019, convulsa y en llamas en las fechas en que se espera la sentencia de los políticos independentistas presos por el "procés". Todo ello tratado con bastante acierto y sensibilidad desde mi humilde punto de vista.

Una lectura interesante, un caso intrigante con algunas ramificaciones y subtramas, y un desenlace que sorprende. Muy recomendable si has leído las anteriores novelas del famoso picoleto.

¡Feliz lectura!

Han pasado 24 años desde el primer caso que resolvieron juntos Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro, casi nada. Se nos están haciendo mayores, como también lo hacemos los lectores y el autor.

Si hecho la vista atrás, me acuerdo de esos primeros libros con poco más de 300 páginas que se me hacían cortísimas. Ahora la escritura del autor no tiene nada que ver con la de entonces, como tampoco los argumentos, nunca han estado alejados de la actualidad, pero desde hace unos cuantos libros, se podría decir que, en sus novelas, el crimen casi es lo de menos cuando los escenarios son la corrupción política, la guerra de Afganistán, la delincuencia en el Campo de Gibraltar, o incluso ETA, como en su anterior novela.

Y en esta nueva novela no lo es menos, el autor, con la excusa de resolver el asesinato de la hija de un expolítico y empresario catalán nos lleva a adentrarnos en los derroteros del independentismo.

Volvemos a encontrarnos otra novela reflexiva donde Bevilacqua recordará con nostalgia la Barcelona del sueño olímpico, esa que le acogió y donde cosechó tantas alegrías y tristezas. Una Barcelona tan diferente a la que se encuentra en el otoño de 2019 incendiada por la rabia.

Pero que no se nos olvide, tenemos un crimen por resolver, una muchacha de poco más de 20 años ha sido asesinada mientras hacía el Camino de Santiago y todo el equipo de la OCU se trasladará a ese idílico paraje y se dejará la piel para que su muerte no quede impune con una investigación, como siempre impecable.

Ya sabéis que con Silva soy incapaz de ser imparcial, aún así tengo que reconocer que el crimen, con un trasfondo social tan importante, casi pasa desapercibido entre el trasfondo que lo rodea. bueno, y que falta algo de ritmo en la historia, en mi caso me da igual, me encanta disfrutar de cada página, yo ya busco otra cosa en su lectura, pues tengo claro que estos últimos libros son mucho más que simples novelas negras.
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Lorenzo Silva es uno de los referentes de la literatura contemporánea y sus novelas policiacas e históricas suman más de dos millones de lectores. Su andadura literaria comenzó allá por el año 1995 cuando decidió alternar su actividad profesional con la escritura, publicando su primera novela y desde entonces ha firmado más de cincuenta libros entre novelas, libros dedicados a la literatura infantil y juvenil, así como varios ensayos. Lorenzo Silva es conocido por el gran público por la serie protagonizada por la pareja de la Guardia Civil Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro. Además, nuestro autor también colabora con Noemí Trujillo en la escritura de series policíacas como la protagonizada por Manuela Mauri y escribe para varios medios de comunicación, como El Mundo, ABC o El País.

Hace ya veinticuatro años que Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro resolvieron juntos su primer caso y con “La llama de Focea” ya son trece los títulos pertenecientes a la serie protagonizada por estos dos guardias civiles.

Bevilacqua se encuentra disfrutando de unas plácidas vacaciones en Mallorca con su madre, hijo y futura yerna hasta que recibe la llamada de Chamorro comunicándole el hallazgo del cadáver de una joven en Samos, un pueblo en pleno Camino de Santiago. La fallecida es Queralt Bonmatí, una joven barcelonesa de clase social alta que resulta ser la hija de Ferrán Bonmatí, expolítico y empresario vinculado al independentismo catalán. El subteniente Bevilacqua recibe del máximo jefe del cuerpo, el teniente general Pereira, el encargo de ocuparse de la investigación, dado el perfil del padre de la víctima y las posibles implicaciones que puede acarrear este suceso con la investigación paralela que, desde hace algún tiempo, se lleva realizando por “información” sobre los negocios que Ferrán Bonmatí mantiene con clientes rusos.

Todo el equipo de la OCU con Bevilacqua y Chamorro a la cabeza se traslada hasta Lugo para llevar la investigación desde el terreno con el fin de reproducir el recorrido que siguió Queralt por el camino de Santiago, para no dejar ningún cabo suelto y buscar posibles testigos. Sin embargo, son pocas las pistas existentes acerca de la muerte de Queralt Bonmatí, por lo que pronto se abrirá una línea paralela de investigación que llevará a Bevilacqua a Barcelona para seguir de cerca los negocios oscuros y contactos de Ferrán Bonmatí por si alguno de ellos hubiera podido tomar medidas drásticas para evitar que saliera a la luz cierta relevante y comprometedora a la que hubiera podido tener acceso Queralt Bonmatí.

Con su vuelta a Barcelona, Bevilacqua rememorará el tiempo que pasó en la ciudad condal cuando llegó para evitar acciones terroristas de Terra Lliure mientras la ciudad se engalanaba para acoger los juegos olímpicos de 1992. Este salto en el tiempo permitirá al lector ahondar un poco más en un personaje que no por conocido deja de sorprender entrega tras entrega. Y es que en esta novela transitamos junto a Bevilacqua un doloroso viaje personal que finalizó con su divorcio y con el que somos espectadores de las luces y las sombras que componen al personaje.

“La llama de Focea” consta de 549 páginas estructuradas en 30 capítulos y un epílogo. La narración es muy detallista, no solo por cómo va deshilando la investigación y lo que se va descubriendo, sino porque nos sitúa muy bien en los parajes gallegos y por otro lado nos lleva a una realidad que se vive en Cataluña para adentrarnos por los derroteros del independentismo.

“La llama de Focea” es una novela donde la investigación del asesinato de Queralt convive en armonía con reflexiones del propio Bevilacqua y a la vez aborda de maravilla asuntos políticos y sociales trascendentes en la reciente historia de nuestro país como es el conflicto que se vive en Cataluña.

Tengo que decir que el ritmo de la novela es algo lento y que algún capítulo que otro se me ha hecho largo. Además, el final me ha decepcionado bastante. Ya sabréis por qué.

“La llama de Focea” es una buena entrega de esta serie y que recomendamos al lector ya que va a encontrar tramas, intrigas, toque personal/intimista y realidades sociales con las que sentirse identificado.
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Siempre se ha dicho que hacer el Camino de Santigo es una experiencia mágica y única, que te cambia para siempre, y Queralt, es lo que necesita, encontrarse a sí misma y dejar de lado su mundo, aunque sea durante unas semanas. Pero, por desgracia, no serán unas semanas, Queralt no volverá, su corta vida terminará en tierras gallegas.

Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro, dos agentes del Cuerpo de la Guardia Civil, tendrán que averiguar qué le ha sucedido a la joven, pero todo se complica cuando descubren que es hija de Ferrán Bonmatí, un ex político ligado al independentismo catalán.

¿Estaba escrito en su destino perecer en Galicia o hay motivos más oscuros detrás de su muerte?

La llama de Focea forma parte de la saga Bevilacqua y Chamorro, una saga muy extensa, pero no os asustéis, podéis leer la novela sin haber leído las anteriores, es un caso cerrado, aunque leer las anteriores os dará una historia más completa de los personajes principales.

Y ahora sí, vamos al grano, ¿Qué te encontrarás en esta novela? Partimos deI asesinato de una joven en el Camino de Santiago y llegaremos a la Ciudad Condal donde el autor nos hará vivir la historia del independentismo catalán, desde principios de los noventa hasta el 1 de octubre de 2019, que tendrá mucha más relevancia que el propio crimen.

Acompañaremos en todo momento a Vila, un guardia civiI con un carácter muy peculiar que me ha sacado unas cuantas sonrisas. Pero no solo recorreremos las calles de la Barcelona actual, también daremos un paseo por el pasado de Vila en la ciudad que tanto le dio y a su vez le quitó.

Os adelanto que es novela para leer con calma, no tiene un ritmo ágil y está cargada de reflexiones internas que en algunos momentos me han resultado excesivas y cargantes. Es cierto que la novela nos acerca a la historia reciente de una parte de España, pero personalmente me habría gustado que la trama del asesinato estuviese más desarrollada.

Aún así, me ha gustado mucho el desarrollo de los personajes y las actuaciones tan reales hacen en todo momento, son personajes que transmiten, sobre todo Vila y es algo que me encanta.

No voy a comentar nada de la trama,solo decir que he disfrutado de la lectura de mis dos guardias civiles favoritos:Bevilacqua y Chamorro.Sin duda está gran saga siempre está a la altura.Ademas en esta novela el autor nos muestra la vida más íntima de nuestro protagonista y nos cuenta con mucha mano izquierda y respeto el problema independentista catalán.