Piel Color Miel: La biografía agridulce de un niño adoptado

El relato de la vida de Jung me ha parecido no solo tierno sino también acertado, ya que me parece una buena forma para el autor de aceptar su condición de adoptado y también creo que puede ayudar a otras personas en su misma situación. de hecho, al final del libro el propio Jung nos muestra fragmentos de algunas de las cartas que ha recibido de adoptados y de sus familias y todas son de agradecimiento y esperanza.

Porque el proceso de adopción no siempre es fácil, de hecho para el adoptado su vida se convierte en una continua duda. Y resulta mucho más complicado cuando la raza de la persona adoptada es distinta a la de su familia o a la de la mayoría de sus vecinos. Por eso el autor insiste en que su proceso de adopción aún no ha terminado, siente que permanece abierto.

Jung nos cuenta su experiencia a través de unos dibujos simples y en blanco y negro. El mismo autor cuenta al final del libro como decidió cambiar su estilo por uno más sencillo para que el lector entrara en su universo sin demasiada dificultad. Y así es: la lectura resulta fluida, nada pretenciosa y atrayente.

Un punto que me ha gustado mucho ha sido la naturalidad con la que cuenta su vida el autor, no dejando en el tintero ningún tema por controvertido que sea. Por ello, no omite escenas como cuando sus padres le castigaban o le pegaban, o su descubrimiento del sexo.

Me ha parecido un libro que ahonda en la mente humana y me ha descubierto cosas que no conocía de las personas adoptadas y las familias adoptantes. Una lectura recomendable para cualquiera, sea adoptado o no, porque resulta enriquecedora.