Seis días de diciembre

Continúan los problemas para el inspector Mascarell, quien parece tener una habilidad especial para encontrarlos.

En esta quinta entrega, un viejo conocido, ladronzuelo al que detuvo muchas veces en su época de policía, acude a él para pedirle ayuda. Lenin, apodo por el que es conocido el ladronzuelo, roba una cartera a un “turista” inglés, y al poco es consciente de que se ha metido en un lío que le viene grande. Miquel Mascarell, aunque a regañadientes, se decide a ayudarle.

Como siempre, una vez empieza a investigar no es capaz de parar, y cuando quiere darse cuenta se ve involucrado en un caso que tiene que ver con la búsqueda de obras de arte robadas por los nazis. Miquel Mascarell es consciente de que de nuevo está poniendo su vida en peligro, pero ya no hay marcha atrás, tiene que seguir adelante con el caso.

Como las anteriores, una novela ágil, que te atrapa y te lleva a la Barcelona de los años cincuenta. Desde la primera entrega, que nos situaba en el final de la guerra civil, han pasado ya unos años y a través de estas novelas hemos ido siguiendo la evolución de la sociedad española en esos años. Y como no, la vida personal y familiar de nuestro inspector.

Poco a poco voy avanzando en esta saga. Son muchos libros, pero interesantes, bien escritos, que atrapan y son de fácil lectura.

Quinto libro de la serie protagonizada por Miquel Mascarell. En esta novela debe ayudar a un «raterillo» de su época de inspector y al que ya conocimos en la anterior aventura. Ambos personajes se verán inmersos en una aventura en la que de nuevo su vida corre peligro, el asesinato de un buscador de obras de arte robadas por la Alemania nazi y la implicación de personajes importantes de la dictadura hace que la perspicacia del antiguo inspector deba ser más sutil que nunca. No pierde fuerza la serie, el ritmo se mantiene y resulta una lectura rápida y entretenida.

Cada vez me gusta mas el Inspector Miquel, su vida se va desarrollando despacio, tranquila como la de cualquier jubilado, hasta que aparece Lenin que encima no viene solo, viene con la familia.
Aquí se mete en un lío con nazis, policías franquistas y monuments man, demasiado para un jubilado, pero aquí está el Inspector Miquel.
El ambiente es el de siempre, el de una Barcelona derrotada que busca su sitio y su tranquilidad.
Lo bueno es la ternura de la pareja y en esta novela el humor que aparece y lo malo la amargura por la derrota en la Guerra Civil y las heridas abiertas que parece que no quieren los propios protagonistas que se cierren.
Nota, espero volver a saber de la inglesa.

Vuelve el inspector Mascarell con una historia que mejora la anterior y es una de las mejores de la serie hasta el momento. Nos encontramos con viejos conocidos, nuevos personajes que nos permiten seguir explicando la Barcelona de la época, pero ampliando las miras a la Europa de la posguerra. Gran acierto, que no se si tendrá continuidad, los ayudantes temporales de Mascarell que ofrecen más dinamismo y nuevas perspectivas a la historia.