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Este es el segundo libro que leo de Jordi Sierra i Fabra, un autor muy reconocido en España pero cuyos títulos nunca terminaban de atraerme. Cuando vi que se publicaría Palmyra me interesé porque se trataba de una historia de ciencia-ficción juvenil y creía que podría gustarme. Este es un libro que yo recomendaría para adolescentes jóvenes por su tono y por la edad de los protagonistas, si bien pueden leerlo personas más mayores. En general me ha parecido entretenido, se lee muy bien, no aburre, pero le falta potencia. Realmente no presenta nada que no se haya visto antes, no tiene grandes momentos de acción y estaría bien que hubiese tenido un final algo más épico. Se incluyen algunas reflexiones interesantes sobre el gobierno de Aynor, que acaba siendo un tirano y está obsesionado todo el tiempo con controlar a toda la población, aunque eso requiera que él también renuncie a su felicidad. Jano es un joven que ha crecido en el suburbio, en un mundo donde todo el mundo trabaja y es pobre, a diferencia de lo que ocurre en la ciudad, que dispone de grandes avances tecnológicos. Una chispa de luz, un ser de otro planeta, parece ser, entra en él y eso le hará tener alguna habilidad especial. Su hermana es una gran luchadora, un líder que quiere que se unan todos para revelarse contra el gobierno actual. En la historia he encontrado varias cosas que desde una perspectiva de un lector con más experiencia o de una persona más mayor, chirrían. Zaya, la hermana de Jano se enamora de su captor y, al igual que las otras relaciones amorosas es superficial y rápida. Es un poco por arte de magia que cambia este hombre que pasa de apresarla a amarla y a querer hacer que ella lo quiera… solo por unas palabras que ella dice, algo un tanto inverosímil, al menos tal y como se cuenta aquí. Por su parte, con Jano y Zephyra sucede lo mismo, es todo muy rápido e incluso es difícil empatizar con ellos. Cuando muere un personaje querido para alguno de los protagonistas no produce ningún pesar y creo que la novela tiene tres grandes decepciones: primero, la falta de acción que se promete desde que se empieza a gestar la rebelión, segundo que no sabemos realmente qué es esa luz mágica, diferente, especial que captura el Don Aynor… es un misterio que me tuvo enganchada en la historia pero que al final su respuesta no es satisfactoria. Y por último, ese continente al que nunca llega la luz, cuyos habitantes son un misterio, no se llega a conocer, aunque los personajes viajan a él. Creía que escondía misterios, que habría algo interesante allí… pero la verdad es que no sucede nada de nada y esto también me resultó decepcionante. Todo se aborda desde un prisma bastante superficial, no se ahonda en los sentimientos de los personajes, la trama no ofrece grandes giros o momentos de acción, tampoco es compleja, por lo que por eso creo que tal vez un lector más joven lo pueda disfrutar más, este sello editorial, además, está pensado para niños y preadolescentes, así que si les atrae la sinopsis y este mundo, estaría bien que lo leyesen. Si ya se tiene más experiencia ante el género de ciencia-ficción resulta más flojita. Sin embargo, mientras la leí no me aburrí y la prosa es ligera, sencilla, por lo que las páginas se pasan rápido. Desde luego, al menos a mí me ha gustado más que al anterior libro del autor que leí, por lo que la experiencia no ha sido mala. Creo que es un libro único, podría ser una saga, pero el final es cerrado y creo que no habrá continuación. La edición es de tapa blanda con solapas, bastante sencilla y con una portada que adelanta el género en el que se encuadra. Me ha gustado que al principio incluye unos dibujos con el planeta Palmyra, sus lunas y sus diferentes partes, porque si no imaginárselo podría ser algo más difícil. Me encantará conocer vuestras opiniones si habéis leído el libro o si tenéis algún título que recomendarme de Jordi Sierra i Fabra. |
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