Frío

Leo es un asesino, un asesino a sueldo, un sicario. Es el mejor en su profesión, muy limpio y profesional. Un día su jefe le hace un encargo: ha de matar a otra persona. Nada raro en principio. El problema es que esa persona es una mujer y a él no le gusta matar mujeres. Y, encima, la conoció cuando era niña y es hija de alguien de su pasado. Pero, en realidad, nada de eso importa. Él es un profesional y puede matar a cualquiera; lo primero es conocer a la víctima: sus costumbres, su forma de vida, para ver la mejor manera de acabar con ella. Pero la víctima resulta ser una mujer bellísima y él se va a sentir fuertemente atraído por ella. Y la mira a los ojos

Seguro que habéis oído hablar de Jordi Sierra i Fabrá. Igual hasta habéis leído alguna de sus muchísimas novelas. Es imposible poner aquí todas las que ha escrito porque tiene más de quinientas. Y, sin embargo, yo sólo he leído una. Hace bastantes años. Una novela de corte juvenil -género en el que más se prodiga- y que no me acabó de convencer; me pareció exactamente eso: demasiado juvenil y yo para entonces ya de joven poco. Pero esta su última novela era del género que más me gusta: el negro. Y pintaba muy bien. Así que decidí darle una oportunidad y me alegro mucho porque la he disfrutado muchísimo.

La trama, sin ser excesivamente novedosa, resulta muy interesante y está muy bien llevada. Lo más original de esta novela es la manera de contar la historia. A través de frases muy muy cortas, con apenas narración y prácticamente todo diálogo, me ha recordado un poco a “Te quiero porque me das de comer” de David Llorente (una novela muy rompedora en cuanto al formato que no aprovecho para recomendaros de nuevo). Os copio un extracto cogido al azar para que os hagáis una idea:


“ Un mañana.
Es guapa
Se parece a Blanca.
Y que lo digas, porque a ti…
Míralo, el guaperas.
Sabes que sí
Para lo que te sirve…”


Ya veis el estilo tan directo que tiene, casi parece un guión de cine. Con esta manera de contar las cosas se consigue una agilidad tremenda y una facilidad de lectura asombrosa. Teniendo en cuenta que, además, el libro es corto (unas doscientas páginas) se lee de tirón y sin ningún esfuerzo. Decir que se lee rápido es quedarse corto. A veces casi hay que pisar el freno so pena de no enterarse de nada. Pero es que los ojos se te van detrás de cada línea y, como solo cuesta un nanosegundo leerla….

Con tanta rapidez, no le da al autor demasiado tiempo para pararse en los detalles, ni en la caracterización de los personajes, ni en la descripción de lugares. Y, no obstante, al final acabaremos conociendo bastante bien a Leo y también descubriremos algunos aspectos de Barcelona, ciudad en la que transcurre todo.

Como cualquier novela de intriga que se precie, hay unos cuantos giros argumentales y alguna que otra sorpresa guardada hasta llegar a un final muy satisfactorio que me ha dejado buen sabor de boca.

Para terminar, recomiendo leer la novela con música de jazz de fondo para crear ambiente pues está llena de referencias a ese tipo de música que, por otro lado, creo que es la que más va con ella.


Conclusión final

He disfrutado muchísimo con esta novela. Una novela con un estilo sorprendente, duro, conciso y muy directo, que engancha muchísimo, se lee sola (casi diría que en sentido literal) y que es puro entretenimiento.
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