El día en que Edu se convirtió en cucaracha

La raza humana camina hacia espacios nuevos y fronteras infinitas. En alguna parte siempre hay alguien que es el primero en experimentar un cambio, una evolución, adaptándose al mundo futuro.

El valor es el arma de nuestra libertad.

La belleza o la fealdad están en los ojos del que mira, no del ser mirado.

Todos sufrimos metamorfosis en la vida. Pero la gran metamorfosis es la que nos lleva a ser nosotros mismos. Aceptar la realidad con valor y enfrentarnos a ella, llenos de ánimo, sin miedo.

Muchas personas son verdaderos monstruos y no lo saben. Muchas personas son monstruos y no lo reconocen. Otras son monstruos y lo saben, pero no renuncian a serlo. Y hay muchas personas maravillosas, tengan el aspecto que tengan, el color de piel con el que hayan nacido, el tamaño o el peso que sea. Personas vulgares y corrientes, normales, como la mayoría. Personas que valen la pena.

Las personas tenían que sentirse bien consigo mismas, tuvieran el aspecto que tuvieran.

¿Quién no es, alguna vez, un bicho raro para alguien?

El ser humano puede ser lo que quiera ser, depende casi siempre de su fuerza de voluntad.

La gente nunca entiende al prójimo.

Era diferente. Y la gente se sentía incómoda, extraña, rara frente a los diferente.