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Hacía tiempo que tenía ganas de leer a este autor. Quizás éste no fue el mejor título para empezarlo pero es una lectura importante con un claro mensaje. La madrugada de un sábado como cualquier otro se ve ensombrecida con la llamada a la casa de los padres de Luciana para avisarles que su hija está internada en el hospital a raíz de algo que tomó mientras bailaba con sus amigos. de ahí la trama se irá separando para mostrarnos las diferentes caras de la historia: la familia, los amigos, el novio, los médicos, la policía, un periodista y el dealer. Presenciaremos cómo viven todos ese día mientras Luciana lucha por su vida. Me gustó mucho cómo planteó la historia el autor, el enfoque que le dio y cómo la va contando. Los capítulos son jugadas de ajedrez e incluso incluye capítulos con el POV de Luciana en esa especie de limbo en el que se encuentra consciente de todo lo que pasa a su alrededor... fueron mis capítulos favoritos. El libro tiene una carga concientizadora importante, aporta datos estadísticos e info sobre el tema, partiendo de lo básico y detallando casos y consecuencias. No solo toca el tema de las drogas sintéticas y los peligros que suponen, sino que también araña un poquito otros temas relacionados a la salud como son los trastornos alimenticios, las adicciones y la donación de órganos. Así que por eso me parece que es una lectura importante. Se publicó hace 20 años pero de lo que habla sigue siendo igual de vigente al día de hoy. |
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