—Fingí ser vuestro amigo para poder traicionaros —dijo—. Y no lo hice por mi pueblo ni por el honor de mi familia. Lo hice porque quería que mi padre volviese a estar orgulloso de mí. Lo hice por el hombre que me ha lanzado un hacha a la cabeza. ¿En qué me convierte eso? —En un bastardo —le dije—. Igual que yo. |