Siega

Antes, las personas morían por causas naturales. Existían asesinos invisibles llamados enfermedades, el envejecimiento era irreversible y se producían accidentes de los que no se podía regresar.

Ahora, todo eso ha quedado atrás y sólo perdura una verdad muy simple: la gente tiene que morir. Y esa es la tarea de los segadores. Porque en un futuro donde la humanidad controla la muerte, ¿quién decide cuándo y cómo sembrarla?

Citra y Rowan acaban de ser seleccionados como aprendices de segadores. ¿Su objetivo? Superar las pruebas de su mentor, sean las que sean. Aunque en el proceso renuncien a todo lo que les hace humanos.

No quería terminar el año sin mancharme un poco más de sangre. Así que gracias a una buena amiga que me dejó esta trilogía, me he adentrado en este universo de fantasía, distopía, amor, filosofía... Alguien puede definir con una sola palabra este libro?

A ver, que me enrollo como una persiana. Me ha gustado mucho, y eso que estoy fuera de mi zona de confort, porque a mí las fantasmadas y las novelas futuristas no me chistan mucho, pero se nota que mi ángel de los libros me conoce, y me hizo llegar este con muy buen ojo.

Acabo este año que más que nefasto ha sido de resurgimiento y liberación, también con una novela que os hará sonreír más de una vez, y os hará pensar un "ale, a la mierda hombre ya!" otras tantas. Feliz Fin de Año a todos, y que los viajes a través de páginas nos sigan acompañando en cada momento

Menudo librazo. Así, tal cual.

Hacía tiempo que quería leer estos libros y, al fin, ha llegado su momento. Yo iba con la idea de encontrarme con un libro de ciencia ficción distópica que podía estar bien, pero no, ha conseguido superar todas mis expectativas.

Empecemos por el principio: un mundo en el que se ha suprimido la mortalidad. Ahora todos los habitantes consiguen vivir cientos de años y, sobre todo, volver a hacerse jóvenes todas las veces que quieran. Eso sí, para impedir el aumento infinito de población, se ha creado un cuerpo de «mortalidad» llamado Guadaña que se encarga de cribar personas. Y con cribar me refiero a matar.

Así que, primer tema importante: la muerte. Sí, tal cual. A lo largo de todo el libro se habla de las características que ha de tener un segador para ser bueno en su trabajo. Porque, a lo largo del libro se ven varios tipos de segadores: los que no quieren hacer su trabajo porque es duro pero respetan el ciclo de la vida; y los que disfrutan matando. Una pasada, para qué mentir.

Por otro lado, la sociedad futurista en la que «la nube», ahora conocido como Nimbo, es quien dirige todo. El Nimbo es lo que nosotros (personas de la época de la mortalidad), conocemos como nuestro espacio de almacenamiento en la red. Así que, este Nimbo evoluciona de tal manera que se hace con el poder y, lo mejor, es que gobierna siendo más justo que las personas. Todo un descubrimiento.

De los personajes destacar la maravilla que es Faraday. Bendito hombre. Os prometo que cada vez que leía algo suyo, me hubiera gustado abrazarle.

Y, por otro lado, Citra y Rowan. Ver su evolución, conocer sus pensamientos... todo. Ha sido una locura.

Así que, «Siega», es ese tipo de libro que lo coges, te empieza a gustar, y poco a poco vas viendo como necesitas más y más y más.

Engancha, te hace pensar, acabas viviendo la historia casi como los personajes. Búa, una pasada.

No veo la hora de ponerme con el siguiente porque... pintaza. Además, que después del final de este, seguro que nos tiene esperando algo que nos destroce. Lo veo. Os informaré cuando lo lea.
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Siega es el primer libro de la trilogía El arco de la guadaña. En el, nos adentramos en una distopía, un mundo donde ya no existe la muerte y esta deberá ser impartida por los segadores.

He disfrutado mucho de esta lectura, a pesar de ser una primera parte, no es nada introductorio, desde el comienzo encontramos acción y una trama adictiva con algún que otro giro que me ha sorprendido mucho y una historia que también nos hará reflexionar.

Los personajes han sido geniales, tanto buenos como malos, mi favorita, sin duda, es Citra, sobre todo por algo que ocurre al final que me encantó.

Ahora estoy deseando ponerme este mes con Nimbo, su segunda parte y ver como avanzan los personajes y la historia.

Cuando un libro te gusta mucho, te maravilla, te fascina... es muy difícil sentarte y escribir una reseña al nivel de lo que quieres expresar. He dejado reposar Siega unos días antes de ponerme a hablaros de él pero sigo con la misma sensación que el día que cerré el libro: acabo de leer una obra maestra.
Neal Shusterman es un genio. Tiene la habilidad para crear una sociedad futurista de lo más macabra e irreal y que te la creas. Además de crear unos personajes increíbles, nos regala una trama donde cada giro es mejor que el anterior.
Siega está ambientado en nuestro mundo en un futuro donde la Nube ha evolucionado hasta convertirse en el Nimbo y la gente ya no muere: no hay enfermedades y si tienes un accidente te reconstruyen y te reviven. Cada cierto tiempo, las personas reinician su contador y vuelven a tener la edad que desean. Pero, el Nimbo controla todo menos la Guadaña y la Guadaña no puede dejar que haya una superpoblación y por ello la gente debe morir. Esta tarea la desempeñan los segadores. Los segadores son personas que tienen que matar personas para evitar el exceso de población y todos les temen. Citra y Rowan son dos jóvenes que son seleccionados para convertirse en segadores pero primero deberán pasar todas las pruebas. Su vida acaba de dar un giro que no esperaban y convertirse en segador significa renunciar a tu vida pero hasta dentro de los segadores hay en juego más de lo que ninguno de los dos puede llegar a imaginar.

Citra y Rowan no pueden ser más diferentes. El autor nos presenta a Citra como una chica determinada, con las ideas claras y muy competitiva. En apariencia es más fría, pero le repugna convertirse en segadora y acaba aceptando por razones que quiero que descubráis vosotros mismos. No la he visto nada influenciable y además es muy fuerte. Citra ha sido un personaje increíble. Por otro lado está Rowan y sus idas y venidas. Ay sí, Rowan me gustaba mucho. Suele guardarse sus sentimientos para él mismo pero una serie de circunstancias le llevan a las manos equivocadas y pronto veremos que Rowan disfruta de su trabajo y esto es algo muy peligroso. Aun así, el autor ha sabido encauzar a este personaje y nos regala algunos giros que vienen de la mano de Rowan absolutamente brutales. Estoy deseando ver mucho más de él.
Si hablamos de los segadores, quiero destacar a Goddard, Faraday y Curie. Goddard es la maldad en persona y para mí es el reflejo de qué es lo que ocurre cuando se deja el poder en las manos equivocadas. Faraday es todo lo que está bien en este libro, es el mentor de Citra y Rowan y a pesar de dedicarse a un trabajo horrible es una buena persona. Por otro lado, la joya de la corona es Curie. Esta segadora es BRUTAL con todas las letras, me ha encantado este personaje y como se mete en la historia. Es una segadora que fue muy famosa en su día y tiene un papel muy importante que quiero que descubráis vosotros mismos.

No quiero contaros mucho más, la verdad que se lee solo. Yo empecé a leerlo con cero expectativas y acabé maravillada. El autor mueve sus hilos y los enlaza creando una estructura absolutamente perfecta y eso que solo es el principio. No quier hacerme ilusiones pero dicen que Nimbo, la segunda parte, supera a Siega y no sé si eso es posible. Así pues, solo me queda animaros a leerlo por activa y por pasiva porque este libro, wow, se va de cabeza a mis favoritos y a partir de ahora pienso recomendarlo siempre.

En definitiva, Siega ha sido toda una sorpresa que se cuela en mi top de libros favoritos de la vida. Con unos personajes brutales y una historia perfectamente hilada donde nada está hecho al azar, el autor nos regala una obra alucinante que ningún amante de las distopías, la ciencia ficción y las historias adictivas se puede perder.
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Una historia muy diferente a lo que yo había leído con anterioridad y ¡cómo la he disfrutado!

Para ponernos en situación,nos encontramos con un mundo en el que la muerte ya no existe y por lo tanto hay unas personas que se dedican exclusivamente a cribar a las personas. Nuestros protagonistas Citra y Rowan se convierten en novicios de un gran segador. A raiz de ahí irán surgiendo cosas en la historia y para ello tendrán que ser fuertes y renunciar a ciertas cosas que les hace ser humanos.

El autor nos crea un mundo increíble,un mundo en el que la muerte ya no existe y hay unas personas encargadas de ello.

La ambientación que le da el autor está muy muy lograda, con ese toque tan futurista que nos presenta en esta historia.

Los protagonistas de esta historia no me han podido gustar más. Tenemos a Citra y a Rowan, ambos se conocen al ser seleccionados como novicios de un segador, pero también encontramos a ciertos personajes secundarios como pueden ser Faraday, Curie o Goddard.

Gracias a cómo nos describe el autor los pensamientos,las ideas o las emociones tanto de los protagonistas como de los personajes secundarios he podido conectar al 100% con ellos, desde amarlos a algunos hasta odiarlos a otros.

La historia comienza con muy buen ritmo y el autor lo mantiene hasta finalizar la historia. Te engancha desde las primeras páginas y yo es que no podía soltarlo,era incapaz.

Una historia que tiene giros de trama,una relación muy bonita entre los protagonistas,acción,decisiones y momentos difíciles y un final... ¡QUÉ FINAL!

El año de la contradicción
Aquel día, cuando el segador Faraday apareció en su puerta, Citra Terranova no podía saber cuánto llegaría a cambiar su vida. Tampoco lo haría Rowan, cuando asistió a la criba del mejor quarterback del colegio, también a manos de este segador. Ambos fueron seleccionados para convertirse en aquello que no desean, convertirse en segadores.
Desde el principio de la novela, de corte juvenil y dentro del género de ciencia ficción, veremos que el mundo tal y como lo conocíamos ha cambiado. Las enfermedades han desaparecido y para mantener el control de la población se ha instaurado la Guadaña, un organismo del que forman parte de los segadores, humanos seleccionados para discernir quién debe morir y quién no.
Por ello, estos no son bien vistos por el grueso de la población que vive feliz y sin preocupaciones hasta que estos aparecen. Rowan y Citra serán dos adolescentes que se cruzarán con uno de estos segadores y por azar del destino serán seleccionados para convertirse en uno de ellos. Así, la novela se dividirá en dos partes, de la cuales la primera tendrá dos fases: la fase de negación, donde ambos sienten la obligación de este cometido, y la fase de competición, donde pelearán por llegar a convertirse o no en segadores.
Temática
Como obra de ciencia ficción, como ya he comentado alguna vez, es un estupendo cambo de exploración sobre nuestras reacciones en situaciones extremas. En este sentido, la novela pronto te absorbe y engancha, ya que el primer gran giro será descubrir esa contradicción de no querer y querer ser segador.
La cuestión de la moral sobre aquellas cosas de las que alguien tiene que encargarse, aunque no quiera, será uno de los temas de la obra y, ligada a este, podremos reflexionar también sobre la cuestión del interés, es decir, a cambio de qué estás dispuesto a hacer algo.
A estos tenemos que añadir temas más prosaicos, pero no por ello menos duros, como la necesidad de la regulación de la población; la tendencia, gracias a los avances científicos, a una vida más longeva y un agotamiento de recursos y oportunidades. Sin embargo, la obra nos los expone de manera muy humana, tanto para lo bueno, como es el interés y el cuidado de los que nos rodean; como para lo malo, el egoísmo, el interés propio, etcétera.
¿Quién vigila a los vigilantes?
Además, como gran tema ante una situación donde se da tanta autoridad a un supuesto igual, encontraremos también la idea tan vista, pero también tan interesante, de quién vigila a los vigilantes, en este caso a los segadores de la Guadaña.
Nuestros protagonistas serán dos personas bastante normales: por un lado, tenemos a Citra, una chica a la que le gusta hacer las cosas bien y que tolera el fracaso regulín; por otro lado, tendremos a Rowan, un muchacho perteneciente a una familia numerosa y acostumbrado a no destacar porque no sirve de nada.
Con ellos, entraremos en una competición, como ya hemos dicho, pero también en un análisis por su parte del sistema de segadores. A lo largo de su carrera de un año, comenzaremos a ver los tipos de segadores que podemos encontrar (la vieja escuela y la nueva) y podremos ver los diferentes argumentos y justificaciones que se dan para acometer la criba de una u otra manera. Así, la obra no solo plantea la aventura de nuestros protagonistas, sino que incluye una intriga política que hace que nos planteemos que los sistemas que se encierran en lo perfecto justo por ello no lo son.
Añadimos, también, la cuestión de la piedad en el método, no solo el porqué sino también el cómo será importante. de esta manera, la obra nos invita a detenernos también en el momento, provocando que el lector esté atento a cada palabra que aparece en la novela.
Compuesto y dispuesto
Este primer tomo de El arco de la Guadaña nos establece cómo es el mundo, qué defectos tiene y cómo son nuestros protagonistas. El avance la historia es lineal, pero muy intenso, ya que tocará todos aquellos aspectos que son de interés para el lector: el porqué, el cómo, la moralidad, la sublevación a lo dictado, la justicia, el aburrimiento vital…
Todas estas cuestiones, a las que añadimos una intriga política muy bien planteada y unos protagonistas muy íntegros en su configuración, se ven perfectamente explicadas gracias al estilo de un autor que no cede a lo explícito en lo intrigante, pero sí en la acción y que nos ofrece una historia bien configurada y con pocas fisuras. En mi caso, quizá podría decir que hay partes de la obra que se me han hecho obvias, pero no por ello lo he disfrutado menos. Así que, os invito a que descubráis qué seríais capaces de hacer en un mundo donde la muerte viene de nuestra mano. Espero que os guste.


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Siega es una novela juvenil con toques distópicos y ciencia ficción. Un libro que me ha encantado de principio a fin, trama interesante y unos personajes a los que es imposible no cogerle cariño. Me he vuelto fan de Citra, de Rowan un poquito menos.

Es una trilogía (El arco de la guadaña) que tenía muy pendiente y que siempre me ha llamado la atención por sus buenas críticas, ahora ya sé por qué. ¿Qué harías si nunca pudieras morir? ¿Si pudieras resetear tu vida y volver 10, 30 o 40 años atrás construyéndote una nueva vida, más joven pero más sabio? Esta es la base que sujeta la trama del libro, pero con una particularidad: la guadaña, formada por segadores, los únicos autorizados a cribar a los humanos para corregir la superpoblación existente. Ellos son capaces de matar de mil formas diferentes, llevan al aura de la parca marcada en su destino.

Una novela que pese a ser grandote, con más de 500 páginas se lee bien, con un ritmo ascendente y quedándote con ganas de saber más en cada final de capítulo. Además es un libro que tiene infinidad de frases para anotar y del que puedes sacar muchas reflexiones.

Sin duda me iré de cabeza a leer "Trueno", la segunda parte de esta historia.

Llevaba tiempo queriendo leer esta trilogía porque tengo unas amigas pesadas (en el fondo sabéis que os quiero) que me recomiendan mucho al autor. Pero hasta que no ha estado toda la trilogía publicada no me he decidido a leerla. Y el último empujón me lo dio el club literario Atreyu (lo podéis encontrar en Instagram @clubliterario_atreyu)

Nos encontramos ante una novela juvenil con toques de ciencia ficción y distopia. Y es que la sociedad que nos presenta el autor ha colapsado tras una guerra y ahora está dominada por un ente artificial, el nimbo. El cual controla todo. Ha hecho que la humanidad no muera y si por alguna causa muere, se le vuelve a reanimar. Para que no haya una sobrepoblación se crea una sociedad llamada la Guadaña, los cuales de forma aleatoria matan a las personas. Y aquí es donde entran los temas filosóficos del libro. Si estas personas, llamadas segadores matan de forma realmente aleatoria o lo hacen con un criterio personal. Para que no haya ese criterio personal se crean unas leyes en la guadaña aunque muchos segadores encuentran pequeñas fallas para saltarse esas normas o llegan al límite para no cumplirlas. La sociedad a pesar de parecer vivir en una paz continua, en cuanto ven aparecer a uno de estos segadores sacan su ser real. Unos se convierten en rastreros y pelotas, otros huyen, otros se vuelven indiferentes. Todo depende de la personalidad de las personas y es que nadie sabe cuando la muerte viene o a por quien va. Pero ahora si la ven aparecer. Porque encima no pueden vestir de negro, sino que van de colores.

En esta sociedad están nuestros dos protagonistas, Rowan y Citra, que son elegidos por el mismo segador para  ser instruidos para futuros segadores. Pero solo uno podrá ser segador al final de un año de enseñanza. al principio ninguno de los dos quiere formar parte de esta sociedad de asesinos pero según van aprendiendo van descubriendo cosas que les llama más y más este nuevo mundo. Y les aleja mucho de su familia. También vemos muchos líos políticos que con la primera capa no se puede ver y según nos vamos adentrando en el mundo de la guadaña descubres que todo está corrompido por ser el más poderoso. Algo que en principio iba para ser en beneficio de la sociedad se convierte en algo en beneficio de uno mismo. Y es solo el primer libro. El autor esconde muchos muchos secretos.

A lo largo de libro hay muchos giros de trama. Unos muy inesperados y otros que se ven venir. Y es que con ciertos comentarios que se hacen los protagonistas vas intuyendo lo que va a suceder en la trama. Además la forma de estructurar el libro es muy curiosa, y es que entre capítulo y capítulo hay una especie de diario que tienen que llevar cada segador y vemos sus pensamientos. Por ello, en ocasiones podemos intuir un poco la historia o nos va dando pistas. 

De los dos personajes juveniles, el personaje de Rowan es el que más evoluciona a lo largo de la historia. Empieza siendo un chico bueno, con ideas muy buenas e inocente de la vida. Y acaba, por las circunstancias que acaba viviendo durante su educación en la guadaña, bastante calculador y frío. Aunque siempre queda en el fondo esa persona que quiere a Citra y adora a su instructor. Pero Citra es siempre la misma de principio a fin. Muy sosa, y sobre todo cabezota. Es la que averigua muchas cosas sobre la guadaña pero es un personaje que no evoluciona como Rowan. Y no se deja llevar para nada por sus sentimientos. Entre los segadores los tenemos de todo los tipos, calculadores, buenos, crueles, compasivos, rastreros, corruptos... Pero ninguno muestra su verdadera carta y son los que dan ese juego en la historia porque en ningún momento sabes en que bando de la "guerra" están.

El final de la historia es bastante abierto porque los protagonistas toman diferentes caminos y quedan bastantes hilos abiertos. Así que el autor te deja con ganas de leer el siguiente libro. Lo bueno es que ya puedo ponerme a leerlo^^

En conclusión, un historia de ciencia ficción y distopia en la que el autor te hace pensar si el ser humano puede jugar a ser Dios y ser nosotros los que decidamos quienes, cuándo y cómo mueren otros. Además todo está gobernado por un ente llamado Nimbo que este libro tampoco se le ha dado mucha importancia porque se ha centrado más en la Guadaña pero espero que el siguiente libro si hable de ella ya que se titula "Nimbo". Los protagonistas son muy juveniles y uno evoluciona más que otro a lo largo del libro. En cuanto a la trama, tiene grandes giros, unos más inesperados que otros lo que te hace querer leer más y más el libro. Ha sido un buen comienzo de trilogía.

Lo primero que tengo que decir es que me ha encantado. Es una historia que va de menos a más y al final me tenía con el alma en vilo, sin tener ni idea de lo que iba a pasar y cómo iba a terminar el libro.

Sin embargo, el único pero que le encuentro, aunque es importante, es que no ha conseguido meterme en la historia. Es como si la estuviera viendo desde fuera, sin sentirme implicada.

Por todo lo demás, es un diez. Me ha parecido una lectura súper ágil, adictiva y fácil de engancharte, en parte gracias a sus capítulos cortos. Los personajes me han encantado todos, los buenos y los malos, y sobre todo la evolución de Citra y Rowan, los protagonistas.

La verdad es que, tal y como termina, podría haber sido un libro autoconclusivo, pero la verdad es que tengo muchas ganas de saber cómo continúa la historia.

Además, algo muy importante para mí es que es el primer libro que me ha hecho poner un post it 😂 No soy de señalar nada en los libros, ni subrayando ni con post its, así que es para celebrarlo.

En general, me parece que trata un tema muy interesante: la muerte (o la falta de ella, en este caso) en el futuro. Si se eliminan las enfermedades y la gente se vuelve inmortal, ¿cómo y quién controla la superpoblación? En este libro se plantea que sean los segadores, que viven solo para ese cometido. Y hasta aquí puedo leer.

Muy interesante, recomendadísimo a los que quieran disfrutar de una buena distopía que te hace darle un par de vueltas a la cabeza 🙌

Tenía unas expectativas altísimas con este libro y las superó con creces.
Es un libro muy original que no solo trae acción y una historia de fantasía distópica ejemplar y diferente, sino que también hace reflexionar sobre temas que están a la orden del día, como puede ser la muerte.
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Para ser la primera parte de una trilogía es un no parar de acontecimientos. No es nada introductoria y te van dando las dosis de información según van ocurriendo las cosas.
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Los personajes me encantaron, tiene una personalidad muy marcada y me parecen perfectos todos, desde los protagonistas hasta el antagonista.
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El final me dejó loca, no de sorpresa ya que se veía venir un poco pero sí de que necesito saber qué ocurre.