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Crítica de Dyalia


Dyalia
17 January 2020
Qué maldita pasada de libro, el primero me gustó muchísimo, pero esperaba que esta segunda parte me sorprendiera más para así decidirme por llevarse las cinco estrellas, pero es que no es que me haya gustado o encantado, es que estoy absolutamente encandilada con cómo ha tratado la historia, con sus giros, sus nuevos personajes, su crítica social, la importancia de tantos temas, los problemas que surgen y la manera en que se desenvuelven, ¡ese maldito final! Pero... si ni siquiera ha salido en inglés el desenlace, ¿qué voy a hacer hasta que lo anuncien en español? ¿No podría haber hecho un final abierto pero no tanto como en el primero? ¡Es que menuda absoluta locura!

Tal y como ha pasado en «Siega», la historia va variando a lo largo de los capítulos, tiene una trama pero la propia se va desviando y mostrando una "falsa trama" —por llamarla de alguna manera— hasta que te lleva a la que el autor quiere. Y todo los giros argumentales, todo lo que pasa que me ha dejado completamente loca, o sea, es que es leer y en cada capítulo maravillarme por cómo cada detalle tiene su significado, cómo cada cosa lleva a su concreta utilidad, y buah, buah, es que estoy tan maravillada que no puedo hablar con objetividad.
Sencillamente es que he quedado prendada de las historias que crea Neal Shusterman, hace años leí Everlost que del cual me gustó mucho la premisa y cómo se desenvolvían los personajes en su historia —aunque realmente tampoco es que me acuerde de mucho—, pero con «El arco de la Guadaña» estoy absolutamente enamorada de lo que escribe este autor, ahora mismo necesito la saga de Desconexión, y el libro de El abismo, e incluso quiero terminarme la trilogía de Everlost, es que necesito leer hasta la lista de la compra de este hombre.

Entre los personajes los hay nuevos y los anteriores, cada uno tiene su propia trama, y cada uno tiene un papel muy importante dentro de su propia historia y de la de los demás, es que cada personaje y cada acción que realizan tienen su importancia en la historia, y eso me parece tener una planificación asombrosa y admirable. Aparte de que cada personaje tiene una personalidad súmamente definida, conocemos mucho más al Nimbo, no sabría si llamarlo "personaje" o "ente", pero a través de las páginas entre capítulos conocemos más cómo puede sentirse una creación que lo conoce todo, que vive por y para toda la humanidad, de cómo observa desde lejos cómo la humanidad puede estar corrompiéndose y de cómo le hace sentir esto, de conocer detalles sobre la Guadaña y no poder actuar, de ver cómo se desmadra todo y sentir de todas formas una necesidad de protegerlos de sí mismos. Tiene tal complejidad que, aunque no sea un personaje como tan, a través de sus pensamientos y a través de algunas respuestas que nos da de su funcionamiento, he quedado muy maravillada, espero que en el tercer libro tenga la misma importancia, aunque me da a mí que será así.

Citra —o Anastasia— y Rowan tienen una historia cada uno, a veces se entrelazan, otras veces se entrelanzan sus tramas en la distancia, porque al final todo tiene que ver con lo mismo; en esta segunda parte, aunque sigan siendo protagonistas, su importancia se ve un poco relegada por otros nuevos personajes, de todas formas me ha encantado ver la madurez de sus acciones, de cómo han cambiado y se han vuelto más oscuros que en la primera parte, he disfrutado de ver dónde están sus vidas con las primeras páginas, de volver a reencontrarme con ellos, para después entrar en materia, en su verdadera trama —y subtramas—.
Y nuevos personajes como Greyson, he tenido mis momentos con él, a veces me molestaba su forma de ser, otras veces sentía lástima de los golpes que le daba la vida, es el personaje que más me ha hecho sufrir, y con el que más profundamente se le puede conocer. He sentido una multitud de emociones leyéndolo y, aunque no siempre me han convencido sus acciones, las he entendido, porque crean a un personaje humano y real.

La crítica de nuevo es brutal, de la corrupción, de los miedos, de ver cómo la sociedad se desmadra cuando no hay una mano que nos guía, de la venganza, de la impotencia que se siente cuando no puedes hacer nada por una situación. En todas y cada una de las páginas del Nimbo se puede ver algo de nuestra sociedad que está mal, que te hace pensar y reflexionar, de que sabes que no puede cambiar y solo ver cómo todo se descarrila y cae.

Y el desenlace, cuánta emoción en tan pocas páginas. El hecho de que el autor se haya decidido de hacer partícipe al lector en los diversos lugares me ha parecido un punto muy muy bueno, no es lo mismo en esa situación ver cómo sucede todo a través de los ojos de los protagonistas como tener una visión mucho más amplia de lo que está sucediendo, ay, me cuesta decir las ideas sin soltar spoilers así que mejor lo dejo así. Pero lo mejor —o peor, porque no hay tercer libro aún— son las últimas ultimísimas páginas, WOW, sabía que ese grupo de personas —no sé si decirlo sería spoiler pero mejor lo dejo así— tendría alguna relevancia en la trama, pero que fuese así ha sido un enorme plot twist, además de que las últimas líneas solo me hacen querer saber por dónde van a ir los tiros, no entiendo nada, quiero saber más.
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