El diablo viste de negro

Ay, he disfrutado muchísimo con la historia de Maddie y Chase.
Creo que era el tipo de novela que necesitaba en estos momentos y ha sido una lectura que he amado por completo y he disfrutado mucho. Puede que no sea la mejor novela, pero para mí ha sido fantástica y me ha encantado.

Maddie me ha gustado muchísimo. Me ha parecido un personaje maravilloso, lleno de vida, de objetivos y metas por cumplir. Una chica súper dulce y amable, muy divertida y siempre ayudando a los demás.
Por otra parte, Chase también me ha gustado mucho. Es completamente diferente a Maddie. Chase es más serio, frío pero es solo una capa. Debajo de esa capa, hay inseguridades y miedos, un presente difícil de afrontar y me ha gustado mucho la evolución de Chase a lo largo de todo el libro. Cómo afronta las dificultades, cómo vive los nuevos sentimientos y todo. Ha sido muy guay y realmente creo que ha sido muy especial.
La conexión entre Maddie y Chase es brutal, desde el primer momento. Me ha encantado ver lo diferentes que son en tantos sentidos pero lo mucho que conectan y lo bien que se complementan. Los he adorado por completo.

Me ha gustado mucho que la novela esté narrada por los dos protagonistas. Me ha encantado ver cómo se sienten en cada momento, a lo largo de toda la historia y cómo los sentimientos van a más durante todo el libro. Ha sido fantástico.

Los personajes secundarios también han sido geniales. Layla, Katie, Ronan, la pequeña Clementine y sobre todo, me ha encantado la madre de Maddie. Es un personaje fantástico, importantísimo para Maddie y que me ha hecho emocionarme mucho.

Así a priori, parece una novela sencilla, pero dentro de este libro encuentras partes duras y difíciles, personajes complejos y llenos de historia y creo que es más que una historia de amor. Es un libro de crecimiento personal, de superación, de aprendizaje y ha sido de verdad un libro que he disfrutado muchísimo. Me ha encantado descubrir un libro tan intenso, emocionante y bonito en tantos sentidos.