La autora fue bastante libre a lo largo de su vida, y eso le dio alas para poder reflexionar sobre los derechos que la mujer nunca tuvo en su época y poder escribir este ensayo sobre ello. Habla sin tapujos sobre las supuestas diferencias entre hombres y mujeres que imposibilitaban a ellas a hacer ciertas cosas para los que el hombre era libre, sobre la modestia y la moral, bien distintas en ambos, impuestas por la sociedad a lo largo de la historia, y de otros temas candentes. Pero lo que nos deja claro es que no sólo los hombres tienen que cambiar su forma de tratarnos, sino que las mujeres también tenemos que vernos de forma menos artificial y tratarnos con respeto entre nosotras. En su época aún quedaba mucho camino por andar, pero hoy en día podemos seguir aprendiendo de sus escritos para mejorar todavía más. |