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Tengo que decir que la novela me ha sorprendido mucho porque no me esperaba para nada una historia así. Hasta la fecha, todo lo que sabía sobre esta obra era por escenas de las diferentes adaptaciones que había visto —aunque nunca he terminado de ver ninguna—, pero hasta donde yo recuerdo no se parecen en nada a la novela original. En esta historia nos encontramos con Víctor Frankenstein, un célebre estudiante que tras interesarse por la filosofía natural y ser influenciado por varios alquimistas, decide completar sus estudios en la Universidad de Ingolstadt con el apoyo de su familia. No obstante, sus intereses van cambiando y Frankenstein pasa a dedicar toda su pasión al estudio de la química y, con ella, a la idea de crear vida a partir de materia muerta. Como resultado, Frankenstein dotará de vida a una criatura creada a partir de extremidades y partes de cadáveres humanos, pero el horror que siente al presenciar la monstruosidad que ha creado le hará repudiarla y huirá por un tiempo, evadiendo así a la criatura y a los errores que cometió al crearla. La criatura, sin embargo, no encontrará la misma facilidad para poder integrarse en ese nuevo mundo, y todo el odio y el rechazo que recibe de la multitud terminará generando en él un enorme rencor y un deseo de venganza contra la sociedad. Ni siquiera Frankenstein le aceptará y cuando la criatura propone un intercambio para dejar atrás su venganza y este se niega, desatará toda su ira sobre él y sus seres queridos. La novela está escrita a modo de diario por el propio Frankenstein, aunque la narración se alterna entre Víctor y la criatura cuando esta cuenta su parte de la historia. Por otro lado, y a modo de curiosidad, Shelley se inspiró de las discusiones científicas de la época, así como de su propia experiencia con la muerte y la pérdida para escribirla; así nació una historia terrorífica a la par que exótica. |
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