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Antes que nada, he tenido que hacer grandes esfuerzos para terminarlo, pero no ha sido por la historia o el argumento en sí, sino por su temática: es un libro de autoayuda. Creo que con leer un libro de este tipo en tu vida es suficiente, pues carezco de fe en cuanto a que posean poderes para cambiar vidas. El libro fue publicado por primera vez en 1997, y, aunque mi edición es de 2016, cuenta con una traducción repleta de expresiones y palabras en desuso que hacen el libro algo rancio, añejo, viejo, con la consiguiente ralentización de la lectura. En cada capítulo desarrolla una virtud y explica qué técnicas se pueden usar en nuestro día a día para cultivarla. Debo poner un punto positivo a la idea de añadir un breve esquema ilustrado al final de cada capítulo indicando la virtud, su símbolo y las técnicas. También, la edición cuenta con páginas en blanco al final del libro, supongo que para que el lector apunte sus impresiones o sus ideas, o donde constatar un plan con las técnicas a practicar día a día. A alguien que lee este tipo de novelas no le va a costar mucho finalizarlo, puesto que la mayor parte son diálogos, lo que agiliza y dinamiza la lectura. de nuevo, punto positivo. Aunque una mayor parte de los diálogos de uno de los interlocutores se podría suprimir por no aportar y ser puramente lacónicos. Por otra parte, debo decir que las lecciones que pretende enseñar no me parecen nada del otro mundo, me han parecido en su mayoría sentido común convertido en palabra. El libro comenta actitudes y técnicas que bien se podrían publicar en la revista YO DONA: aprender de los errores, seguir una dieta vegetariana, leer, realizar actividad física, meditar, disfrutar el presente y experimentar las maravillas que nos ofrece una vida contemplativa. En definitiva, el objetivo final, que es enseñarnos a ser más virtuosos, tener una vida esclarecida y vivir en un estado de paz mental, felices y satisfechos con nuestra vida, creo que no está conseguido, por ser sus enseñanzas algo vacías, corrientes y cargadas de lógica. Las dos grandes conclusiones son “mente sana in corpore sano” y controlar los pensamientos que afloran en nuestra mente. Ahora, dicho esto, la pluma y el estilo narrativo del autor me han gustado y agradezco que haya disfrazado las moralejas y las técnicas tras una historia que me ha hecho la novela más llevadera.
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