Un extraño en casa

Es como si fuéramos unos perfectos desconocidos.

Es casi como era antes. Pero completamente distinta

Muy adictiva.

No debería estar aquí.
Sale corriendo por la puerta trasera del restaurante abandonado y avanza a trompicones en la oscuridad -la mayoría de las farolas están quemadas o rotas- con la respiración entrecortada en ásperos jadeos. Corre como un animal aterrorizado hacia el lugar donde ha aparcado, apenas consciente de lo que hace.

De todos modos, ¿qué es el amor, sino una gran ilusión? Nos enamoramos de un ideal, no de una realidad.

«A veces odia su vida (…) Ha ido desprendiéndose de muchas cosas (…) Desearía ser otra persona, en otra vida. Eso es lo que de verdad desearía»

Es casi como era antes. Pero completamente distinta.

Está a punto de perder el control del coche. Y entonces lo pierde: tiene un momento de claridad, de incredulidad, cuando pisa frenéticamente e freno y el automóvil derrapa, salta por encima del bordillo de la acera y se da de frente contra un poste.

Impresionante, me ha dejado con la boca abierta

Sé que me hace parecer una persona calculadora -admite Karen lanzando una mirada casi desafiante a los dos-. Pero ¿qué hubieran hecho en mi lugar?- Cuando ninguno de los dos contesta, añade-:Claro, es que nunca podrán estar en mi lugar. Qué suerte: qué fácil debe de ser ser hombre.