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ISBN : 8437605369
296 páginas
Editorial: Ediciones Cátedra (04/07/2005)

Calificación promedio : 4.2/5 (sobre 60 calificaciones)
Resumen:
En 1622 apareció la primera edición impresa de " Othello " , la historia del moro de Venecia, de su esposa Desdémona y de las asechanzas de Yago. La velocidad y el vértigo dominan la acción, hasta el extremo de que la estricta cronología está reñida con el " tempo " del acontecer escénico. Una vez más, " el acto de fe " del espectador construye la obra.
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Críticas, Reseñas y Opiniones (15) Ver más Añadir una crítica
JannyLuJatzon
 26 July 2022
Habia leido tres libros de Shakespeare y de esos tres,solo me gustó uno (Macbeth), con Otelo, se puede decir que ya estamos empatados.

En términos prácticos: Don Shakespearey yo no nos terminabamos de entender. Y tal vez sea, porque, por más que leo y leo su " Romeo y Julieta", no me gusta, porque ni siento el romance y nunca logro conectar con los personajes.

En fin hablando ya de Otelo, puedo decir que por fin el autor pudo convencerme...

Todos, hayamos leido el libro o no, sabemos la historia y sobretodo el desenlace de la misma. No por nada a los hombres celosos a veces les decimos Otelo. Pero necesitas leer el libro para entender a los personajes y dar paso a que fluyan todos tus sentimientos, odiar a Yago, querer golpear a Otelo, sentir tristeza por

Desdemona, etc.

Sobre todo, creo que, el villano(Yago) está muy bien logrado. Un hombre envidioso y egoista que logra manipular al Moro(Otelo), usando los celos como el simple instrumento mortal y además valiéndose de otros personajes para que la intriga le salga redondita.

En fin, no sé si este sea el mejor libro de Shakespeare; pero si se, que gracias a esté libro por fin, él y yo nos pudimos entender.
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Beatriz_Villarino
 02 November 2018
Pieza escrita por William Shakespeare en 1603 aproximadamente ya que se estrenó en 1604 ante la corte inglesa.

El que una obra se titule con el nombre del protagonista es algo usual, sobre todo en las tragedias, desde la Grecia clásica, y sin embargo en este caso el peso de la obra no lo lleva Othello sino Iago, urdidor de lo que podríamos llamar “el crimen perfecto”.

Para entender esto, haremos un resumen de la obra, intentaré no extenderme demasiado.

Resumen

La obra empieza en Venecia, donde Othello, hombre de confianza del Duque, cargo principal de la ciudad, ha elegido como teniente al leal Miguel Cassio. Iago le comenta furioso este hecho a Rodrigo, pues él quería ese puesto y se ha tenido que contentar con el de alférez. Rodrigo también está enfadado ya que él pretendía a Desdémona pero su padre, Brabantio, se la negó y Desdémona se ha entregado, enamorada, a Othello. Así pues, los dos soldados celosos, despiertan a Brabantio para avisarle de que su hija no está en casa sino con el moro. Fuera de sí, Brabantio acude al Duque a pedirle venganza para Othello, pero éste manda llamar a Desdémona y es ella quien afirma quererlo sobre todo.

Iago no soporta que Othello salga victorioso y, escudándose en una habladuría de él con su mujer Emilia, que no sabe si es verdad ni le importa, urde un plan: hará creer que Cassio y Desdémona se ven a escondidas.

En el Acto II, el ejército del Duque va a Chipre, con Othello como gobernador, a luchar contra los turcos, pero la batalla no se produce porque una tormenta destruyó la flota de éstos. En la fiesta que tienen los venecianos, Iago manda a Rodrigo a provocar a Cassio. Othello acude para ver qué ocurre y despide a Cassio, pues Iago lo acusa de herir a Montano, antiguo gobernador de Chipre; después le aconseja a Cassio que hable con Desdémona para que interceda por él.

En el Acto III Cassio le pide a Desdémona que convenza a Othello para que le devuelva su cargo. Iago y Othello los ven juntos, ocasión que aprovecha aquél para crear celos en el moro. Mientras, Desdémona pierde un pañuelo que le regaló su marido; su criada Emilia lo encuentra y lo recoge. Iago le ve al pañuelo y se lo pide, ella se lo deja y él lo pone en la habitación de Cassio; después insta a Othello a que le pida el pañuelo a Desdémona en prueba de su amor, pañuelo que no le puede dar porque no sabe dónde está.

En el Acto IV las insinuaciones van aumentando, Othello ve cómo Cassio le da su pañuelo a Bianca, una prostituta; esto unido a las artimañas de Iago hace que sufra un ataque. Iago aprovecha que Cassio iba a pasar la noche con Bianca y le pregunta sobre su encuentro con ella sin decir el nombre; por supuesto tiene oculto a Othello para que oiga la conversación y crea que se trata de Desdémona. Othello decide matarla.

En el Acto V Iago convence a Rodrigo para que mate a Cassio y así pueda obtener él a Desdémona. Pero en la riña, Cassio hiere a Rodrigo y Iago lo mata para que no descubra su intriga, además hiere a Cassio. Othello cree que lo ha hecho para vengar su honra y no pregunta nada. Luego entra en su dormitorio y ahoga a Desdémona. Acude Emilia, y Desdémona antes de morir exculpa a su marido. Entran todos y Emilia aclara la urdimbre de su marido al que apresan para torturarlo hasta morir, pero antes mata a su mujer por delatarlo y Othello se suicida al ver la barbaridad que ha cometido.

Temas

Por supuesto, el tema de la envidia y sus consecuencias está a lo largo de la obra. Iago es envidioso ante todo y de ahí devienen todos sus males; no soporta que Othello sea su jefe, tampoco que haya conseguido a Desdémona, aunque él no la quiera, pero aprovecha que Rodrigo sí, para estafarlo; no soporta que Cassio consiga el puesto de teniente, por lo que está dispuesto a todo con tal de arrebatárselo; no quiere a su mujer, Emilia, por lo que la utiliza para sus planes al tiempo que se ríe de ella, la maltrata, la ofende y finalmente la mata.

Iago es el mal, cuesta creer que haya alguien así a no ser que tenga perturbadas las facultades mentales pues es frío, calculador y no muestra empatía con nada ni nadie.

Otro tema es el del honor y la condición de la mujer en la sociedad aurisecular, por un lado encontramos a las casi niñas, inocentes, sin personalidad, que toman el papel de casadas, parecido al que tenían con sus padres, deben mostrarse sumisas y obedientes. Desdémona es así, aniñada, aunque no tan obediente pues el amor pudo en ella más que el honor, de manera que abandonando a su padre se entregó a Othello.

Esto será un argumento para que Iago empiece a despertar los celos en Othello (“si desobedeció a su padre, también te puede desobedecer a ti”).

Pues esta desobediencia paterna tendrá su castigo final y Desdémona, sin tregua, sin derecho a demostrar su inocencia muere por honor, tal y como afirma Othello “…pues no hice nada por odio, sino todo por honor”.

Por otro lado, encontramos a la mujer que ha crecido y se ha desengañado de la vida, de los hombres, del amor y de la fidelidad. Emilia es claro ejemplo de aquélla que soporta todo de su marido y, sin embargo, es leal a su dueña y a la verdad. Fuerte y decidida insulta a Othello “Ah, idiota, ignorante como la basura”; y delata a Iago saltándose todas las normas sociales “…que los Cielos, y los hombres, y los demonios, todos, griten «¡vergüenza!» contra mí, pero he de hablar”. Esta desobediencia marital también tendrá, lógicamente, su castigo.

Sin embargo mediante el honor aparece una fuerte crítica social. Cuando Othello se quita la vida, al darse cuenta de la desgracia en la que se ha sumido por obcecarse con los celos sin dejar que Desdémona se explicara, deja en el espectador un regusto agrio de la sociedad y del concepto que se tenía del honor:

“LODOVICO: …
¿Qué se dirá de ti?
OTHELLO: Bah, lo que sea; un asesino por honor, si queréis: pues no hice nada por odio, sino todo por honor”

Y, por supuesto, el tema de los celos está presente, pero son celos basados en habladurías, tal como afirma Iago que hará “…insinuar en los oídos de Othello que tiene demasiada familiaridad con su mujer”; o basados en actos, tal como dice Othello “No, Iago, he de ver antes de dudar; cuando dude, quiero pruebas”. Los celos irán transformando el carácter de Othello, se vuelve desconfiado, impaciente, deja de razonar, se animaliza; sólo así puede llegar a cometer el crimen.

Personajes
Estamos de acuerdo en que al hablar de “Othello” nos viene a la mente el moro como personaje principal, sin embargo el que lleva el peso de la obra es Iago, él es la personificación del mal, es envidioso, (dice de Cassio) “el bribón es guapo y joven,…Es un completo bribón pestilente”; quiere que los demás no alcancen lo que él no tiene, es codicioso, vengativo, maltratador de mujeres, empezando por la suya, (a Emilia) “…por la calle parecéis pinturas, y campanas en vuestros salones; en vuestras cocinas, gatos monteses; santas cuando injuriáis; diablos cuando se os ofende; juguetonas en los trabajos de la casa, y amas de casa en la cama”, es racista, (de Desdémona) “Si hubiera sido tan bendita, jamás habría querido al Moro. ¡Un cuerno, bendito!”, es sádico, embustero, embaucador, (a Othello) “la buena fama en el hombre, y en la mujer, mi querido señor, es la joya más elevada…el que me arrebata mi buena fama… a mí me deja de veras pobre.”

Y sin embargo Othello no es la encarnación de los celos, (otros personajes del teatro del Siglo de Oro español han matado a sus mujeres con menos pruebas). Si tuviéramos que definir a Othello diríamos que es sensible, de buen corazón, (en la riña de la fiesta) “¡Qué! En una ciudad en guerra, todavía agitada, con los corazones de la gente llenos de miedo hasta el borde, ¿provocar riñas internas y particulares, y de noche, y con el cuerpo de guardia que es la seguridad?”. Es el perfecto enamorado, confía en su mujer, sabe que lo ha elegido a él pudiendo haber obtenido a quien quisiera, por eso se muestra confiado, alegre, feliz con ella…pero Iago siembra el mal, y ayudado de casualidades, le presenta “pruebas” de que Desdémona lo engaña con Cassio. de hecho, Iago lo define al final del Acto I “El Moro es de carácter generoso y abierto… y se dejará llevar tan fácilmente por la nariz como los burros”.

Cassio es un auténtico merecedor de la confianza de Othello, es alegre, honrado, valiente y leal, por lo que también supone una presa fácil para Iago, que llega a emborracharlo para conseguir que Othello lo destituya al herir a Montano en la pelea que él maquina. “…he perdido la parte inmortal de mí mismo, y lo que queda es bestial. ¡Mi honra, Iago, mi honra!”.

Desdémona es enamorada, no cabe duda; para ella lo primero es su marido, a quien le da todo poder, por eso incluso cuando la está matando lo exculpa, aunque no entienda la razón de la desconfianza de Othello. Pero es demasiado infantil, no está preparada para el matrimonio, situación que a veces parece tomarla como un juego. Confía tanto en su pareja que no se para a pensar que sus actos o palabras puedan ser malinterpretadas; de ahí que insista hasta la exhaustividad para que Othello restituya a Cassio “¿Qué? Con Miguel Cassio, que venía contigo cortejando, y que tantas veces tomó parte a tu favor cuando yo hablaba de ti para denigrarte, ¿hay que hacer tanto para que entre otra vez? Por Nuestra Señora, yo era capaz de mucho.”

Y Emilia es quien tiene los pies en la tierra, ella es la que define a la mujer con una forma de pensar incluso actual. Representa la liberación de la mujer, sin miedo a las consecuencias. “Que sepan los maridos que sus mujeres tienen sentidos como ellos: ven y huelen y tienen paladar para lo dulce y lo agrio, igual que los maridos”

Emilia es el sentido de la justicia, ella es quien da la voz de alarma y acusa a Othello por el crimen, y luego acusa a su marido como urdidor de todo, aun sabiendo que la matará por ello “Por los cielos que no miento, caballeros. ¡Ah! imbécil asesino! ¿Qué iba a hacer tal necio con una mujer tan buena?”.

Estilo
Si hubiera que definir brevemente el estilo de Shakespeare sería “fresco, cautivador”, pero no podemos quedarnos en esto, pues es mucho más complejo. Sin embargo da la impresión de que el autor, seguro de conquistar al espectador, no alambica el lenguaje, lo da como aparece en la vida misma, con irregularidades, con sorpresas (que a veces parecen añadidos sin mucho sentido respecto de lo que se había dicho antes). al final del Primer Acto, Iago afirma que odia a Othello porque se metió en la cama con su mujer y, sin embargo, al comienzo sólo aludió a la envidia que tenía a Cassio por haber conseguido el cargo de teniente; y no le importa que la estructura quede inconsecuente (como a Cervantes en “el Quijote”) sino que lo maneja tan bien que parece que tenía que ser así. El vocabulario es tan enérgico que, aun sin describirlos, los personajes quedan esbozados, incluso físicamente, a través de él. (Othello a Desdémona) “Vamos mi dulce amor… y todavía está por sacar el beneficio entre tú y yo”. (Iago) “… ¿Cómo entonces, soy un traidor al aconsejar a Cassio ese camino recto, derecho hacia su bien? Teología del infierno… yo le verteré al Moro una infección por el oído… Así convertiré su virtud en pez, y
con su propia bondad tejeré la red que los envolverá a todos. –¿Qué hay Rodrigo?”
Los personajes quedan poco definidos y sin embargo son grandiosos, precisamente porque no están encorsetados, son libres, sorprenden con los cambios en su pensamiento y actuación.

Las expresiones son vivas, centelleantes, de hecho, a veces aparece una metáfora brillante, “…un viejo macho cabrío está cubriendo a vuestra ovejita blanca”. Los juegos de palabras, los chistes en lo grave. lo sexual, lo soez, lo indecente, salpican la tragedia poblándola de ironía “…pues no hice nada por odio, sino todo por honor” (Othello), como la propia vida (Rodrigo a Brabantio) “… os ruego que digáis si es por vuestro gusto y sapientísimo consentimiento… como vuestra bella hija, a estas horas intempestivas y silenciosas de la noche, escoltada por un guardia ni mejor ni peor que un villano a sueldo de cualquiera, un gondolero, ha ido a darse a los groseros apretones de un lascivo Moro”; otras veces, el lenguaje altisonante nos recuerda el culteranismo propio del barroco español (Othello) “… amor, renuncia a tu corona y cede el trono del corazón al odio tiránico…”, o expresiones conceptistas alusivas a los mitos de la antigüedad “… no sé dónde hay un calor prometeico que pueda encender de nuevo tu luz”. Pero siempre, en conjunto, resulta un lenguaje vivo y un pensamiento totalmente actual (Emilia) “Ellos no son más que estómago, nosotras somos solo alimento. Nos devoran con hambre, y cuando están hartos, nos vomitan.”

Seguro que hay más temas, seguro que los recursos del estilo son muchos más; no hemos dicho nada, en los Personajes, de Rodrigo o de Brabantio. Ahora puede ser un buen momento para ello a través de vuestros comentarios.

Enlace: http://elblogaurisecular.blo..
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MiguelBustio
 18 December 2021
Otelo es una de las famosas tragedias que escribió Shakespeare ambientada en un Chipre que está en peligro de ataque por parte de los turcos, lo que significa que el general Otelo ha sido llamado para intervenir.

Otelo es un hombre de color que incluso en una sociedad racista ha conseguido el mérito de ser nombrado general del ejército italiano, pero las cosas se ponen más difíciles para él cuando decide casarse con Desdémona, la hija del senador veneciano Brabancio, en secreto. Para añadir leña al fuego, su alférez Yago no está contento con su decisión de subir al apuesto Cassio al rango de teniente y no a él, con lo cual aprovechará la estancia en Chipre para plantar la semilla de los celos en Otelo para que así el inseguro Rodrigo pueda conseguir a Desdémona y Otelo, manipulado, le ascienda de una vez por todas a teniente.

El libro trata temas como la facilidad con la que la gente se deja llevar por las opiniones y comentarios ajenos y la envidia, que siguen siendo sorprendentemente actuales. No sólo es esto, sino que los trata de una manera muy humana, teniendo cada personaje motivaciones por las que actúan así, aunque sea de manera mala. Además, me ha gustado la manera tan buena en la que te enseña cómo era la sociedad de la época y cómo Otelo parte ya directamente con desventaja por su color de piel. El final es la culminación de todas las tensiones que se han acumulado durante el libro y de una manera muy explosiva, mostrando lo rápido que una situación se puede ir de madre.

Otelo es una obra que, una vez analizada, consta de una trama muy simple, pero logra hacer grandes cosas con ella. Empieza algo lento, eso sí, pero una vez que coge ritmo estarás deseoso de ver de qué nueva manera Yago se las hace pasar canutas a Otelo o manipula a Cassio para hacer alguna tontería. Dicho ésto, es verdad que hay veces en las que se siente que por una tontería el libro se toma bastante tiempo, pero los personajes tienen suficiente carisma (especialmente Yago) para que no se haga completamente tedioso. Por eso le doy 4 estrellas.

Para resumir, Otelo es una obra sorprendentemente entretenida dada la simple trama. Lo que más me ha gustado han sido los personajes y lo que menos cómo a veces se enrolla y el principio lento.
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RocioPV
 15 December 2022
Antes de comenzar esta obra, realmente no esperaba que me gustara. Sorprendentemente, lo disfruté mucho y esto se debió principalmente a mi personaje favorito, Yago, uno de los personajes más endiablados de Shakespeare y, para mi gusto, uno de los mejores villanos sobre los que he leído. Aunque la obra lleva el nombre de Otelo, Yago es la verdadera estrella aquí. Es un tramposo. Como villano multifacético, hay períodos de la obra en los que el público puede sentirse tentado a apoyarlo (sus maquinaciones son lo suficientemente complejas como para ser una forma de arte en sí mismas), pero el final de la obra cierra cualquier simpatía para Yago. Aunque usurpa el centro de atención de Otelo, sus planes solo conducen a los extremos más oscuros.

La historia es rápida y compleja, con muchos casos de malentendidos. Su complejo doble cruce me recuerda más a las comedias de Shakespeare que a sus tragedias, pero eso es parte del encanto. La ironía dramática fue muy alta en esta obra, lo que la hizo bastante divertida porque básicamente todos eran completamente ajenos a los motivos de Yago y sus roles desconocidos en su genial plan.
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ElenadP
 18 December 2021
Otelo es una obra de teatro de Shakespeare que hace reflexionar al lector sobre la naturaleza humana y, en particular, sobre los celos.
Trata sobre un general moro que contrae matrimonio con una joven de Venecia, Desdémona, para disgusto del padre de esta. Su matrimonio se ve rodeado de personas que buscan aprovecharse y vengarse de Otelo y que intentarán que fracase por todos los medios. En medio de todos ellos está Yago, el personaje con más profundidad de la obra y el villano por excelencia. Mediante un hilo de manipulaciones y mentiras, tratará de convencer a Otelo de la infidelidad de su leal esposa para acabar con su matrimonio, menguando progresivamente la seguridad del moro.
El libro me ha gustado mucho, sobre todo el hecho de ver desde una perspectiva externa cómo se iban complicando las cosas. Y también porque es algo muy real, nada alejado del mundo actual. Aunque esté ambientado varios siglos atrás, refleja una situación que podría darse hoy en día. A lo mejor no a una escala tan grande, pero es verdad que hasta la cosa más estable y segura puede enturbiarse por un malentendido, un rumor o unos simples detalles. También quiero destacar el personaje de Yago, el que más me llama la atención de toda la obra y que tiene un papel fundamental en la trama. Lo que menos me ha gustado ha sido el principio, porque le cuesta un poco arrancar hasta que Otelo es enviado a Chipre. Pero una vez leída esa parte, la historia evoluciona rápidamente y el interés del lector en ella crece cada vez más. Por todo esto lo he valorado con cuatro estrellas.
La recomiendo a todos aquellos lectores buscan algo distinto, muy entretenido y, sobre todo, una reflexión sobre la moral, los celos y las relaciones humanas.
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Citas y frases (6) Ver más Añadir cita
Beatriz_VillarinoBeatriz_Villarino24 February 2019
Infame ladrón, ¿dónde tienes a mi hija?
Estabas condenado y tenías que embrujarla.
Lo someto al dictamen de los cuerdos:
si no la encadena la magia, no se entiende
que muchacha tan dulce, gentil y dichosa,
tan adversa al matrimonio que rehusó
a nuestros favoritos más ricos y galanos,
se exponga a la pública irrisión, abandonando
su tutela para caer en el pecho tiznado
de un ser como tú que asusta y repugna.
Que el mundo me juzgue si no es manifiesto
que lanzaste contra ella tus viles hechizos,
corrompiendo su tierna juventud
con pócimas y filtros que embotan los sentidos.
Haré que lo examinen: se puede probar,
es verosímil. Así que te detengo
por ser un corruptor, un oficiante
de artes clandestinas y proscritas.
¡Prendedle! Si se resiste,
reducidle por la fuerza.
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joes093joes09309 July 2018
Primero apaguemos la luz que alumbra, y después apagaremos la luz de su vida, que deslumbra. Si a ti te apago cuando quiera podré de nuevo darte el resplandor que tenías, pero a ti, aunque me arrepienta, ¿cómo podré devolverte el destello refulgente de tu vida?
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VanevskaVanevska02 December 2021
El celoso no lo es por un motivo: lo es porque lo es. Los celos son un monstruo engendrado y nacido de sí mismo.
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joes093joes09309 July 2018
Las palabras son siempre palabras y todavía no he oído nunca decir que se pueda llegar a lo hondo de un corazón traspasado de dolor pasado el remedio por las orejas.
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ElenadPElenadP18 December 2021
Más vale tener las armas rotas que las manos vacías.
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Vidéo de William Shakespeare
A punto de cumplirse 10 años de la abdicación del rey emérito, las librerías se atiborran de libros sobre su auge y caída.
La vida del rey Juan Carlos sigue siendo una fuente inagotable de biografías, ensayos y análisis. ¿Por qué? La respuesta podría estar en las obras de William Shakespeare. Las hazañas y vilezas del rey emérito tienen los elementos de una tragedia shakesperiana, la fuerza de un drama isabelino que no nos cansamos de contar, de leer y de releer: un príncipe sin corona que sacrifica todo (incluido a su propio padre) para reinar y que, cegado por la codicia, termina perdiendo el trono y pasa sus últimos años de vida vagando por el desierto.
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