Aunque la trama es entretenida y no muy larga, hay demasiados romances, y los que salen mal se arreglan con otros nuevos. A mi parecer es demasiado, el amor nunca ha funcionado así. Parece tratarse de una comedia de enredo más bien, y se me hace algo aburrido leer algo así. No obstante, Shakespeare siempre da ese toque personal a todo lo que hace, y de cualquier historia, por muy simple que sea, hace una obra remarcable. Lo más destacable de la obra sin duda alguna de el caso de Viola y Olivia. Viola se viste de hombre para sobrevivir, y Olivia se enamora de ella. Es un tema algo raro para la época de Shakespeare, y es algo diferente que no se suele leer ni en la actualidad. |
A punto de cumplirse 10 años de la abdicación del rey emérito, las librerías se atiborran de libros sobre su auge y caída.
La vida del rey Juan Carlos sigue siendo una fuente inagotable de biografías, ensayos y análisis. ¿Por qué? La respuesta podría estar en las obras de William Shakespeare. Las hazañas y vilezas del rey emérito tienen los elementos de una tragedia shakesperiana, la fuerza de un drama isabelino que no nos cansamos de contar, de leer y de releer: un príncipe sin corona que sacrifica todo (incluido a su propio padre) para reinar y que, cegado por la codicia, termina perdiendo el trono y pasa sus últimos años de vida vagando por el desierto.
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